domingo, 26 de julio de 2009

El Manual de Carreño desde el enfoque de género


Q.E.P.D Carreño:
El Manual de Urbanidad y Buenas maneras
desde el enfoque de género


Q.E.P.D. Carreño1 fue un grupo de rock subterráneo del Jirón Quilca (con fuertes influencias del Punk y Hardcore) que criticó irreverentemente a la conservadora sociedad limeña. Una sociedad que pasaba por una coyuntura de violencia política, corrupción y crisis económica en plena década de los ochenta. El grupo de rock sentenciaba en sus canciones la muerte del famoso Manual de Urbanidad y Buenas Maneras, el cual que fue un protocolo de etiqueta social que estructuró el “debe hacer” de la persona culta en la sociedad. El autor del manual fue Manuel Antonio Carreño, quien no fue el héroe favorito de los jóvenes anarquistas que celebraron la muerte de su singular obra que reproducía las jerarquías de género.

Con el espíritu del irreverente grupo de rock realizó el presente ensayo que tiene como objetivo analizar la hegemonía masculina en la construcción del sujeto occidental. Una hegemonía que naturaliza las relaciones jerárquicas de género al establecer un conjunto de mandatos sociales que producen el “debe ser” de los sujetos sociales. Tomaré como objeto de estudio el manual de Carreño para analizar el discurso hegemónico que estructura el sistema binario de género (Judith Butler) en la sociedad. Con el apoyo de un conjunto de autores desmantelaré el protocolo de etiqueta social en cuestión, el cual, a pesar de ser sentenciado a muerte, sigue vivito y coleando en las relaciones de género.

La construcción del sujeto occidental

Empiezo analizando la construcción del sujeto occidental a partir desde su alteridad, es decir, el segundo sexo. La francesa Simone de Beauvour publica El Segundo Sexo que es un texto de donde analiza la situación y posición social de la mujer en su condición Otro dentro del universo o mundo social masculino. Ser lo Otro, según la autora, significa que la mujer es lo inesencial frente al hombre que viene a ser el referente esencial (absoluto) que piensa y construye el mundo. La mujer se encuentra dentro de las coordenadas del universo masculino, es decir, bajo ciertos parámetros y roles que son impuestos por la visión masculina.

La hegemonía masculina también es analizada por Jaques Derrida, quien acuña el concepto de falogocentrismo para referirse a la unión de dos términos que están asociados a dos tipos de poderes. El primero es el poder del conocimiento (logocentrismo) y el poder del hombre (falocentrismo). Ambos se solidarizan estratégicamente para estructurar y garantizar el fundamento hegemónico de la razón patriarcal. Entonces, el falogocentrismo se ha impuesto como el único referente de conocimiento, político y cultural.

El falogocentrismo tiene como base la matrix heterosexual donde exista la dicotomía que establece una jerarquía entre los masculino y femenino que esta respectivamente asociado a la razón y el cuerpo / objetivo y subjetivo / activo y pasivo / total e incompleto / cultura y naturales. Según Judith Butler la construcción del sujeto social se basa en el modelo binario (hombre y mujer) que otorga una identidad coherente. Esto sigue una lógica hegemónica heterosexual de orden obligatorio en las correlaciones de poder entre sexo, género y deseo.

Zillah Eisenstein señala que el sujeto occidental es una creación de una civilización en particular que se caracteriza por su noción universal de razón, la cual domina, reprime y excluye. Entonces, la civilización occidental masculina se posesiona como hegemónica contra el salvajismo (nativos), la emocionalidad (mujeres) y la sexualidad (otros sujetos raciales). El salvajismo fue usado como una justificación para la invasión colonial de los nuevos territorios mundiales.

En el caso peruano se puede señalar que luego del proceso de Independencia, en 1822, continúo el proceso de colonización, es decir, la poscolonialidad en el imaginaro y prácticas sociales. Los grupos criollos fueron la élite política que estructuró el Estado-Nación para construir la comunidad nacional imaginada excluyendo políticamente a los indígenas y afrodescendientes. Las relaciones de género no estuvieron ajenas al poder porque un conjunto de reglas y mandatos sociales continuaron reproduciendo las jerarquías y roles sociales. Así lo demuestra el manual de Carreño donde se produce la hegemonía de la masculinidad por medio de la producción del sujeto occidental.

Urbanidad y buenas costumbres del sujeto occidental

Manuel Antonio Carreño (1812 – 1874) fue representante de la sociedad criolla de nacionalidad venezolana. Llegó al máximo cargo de Ministro de Hacienda, pero su fama como escritor supero su vida política. El Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres contiene la visión de Carreño sobre el comportamiento humano y su repercusión en la sociedad. Por este motivo, su libro fue un texto de consulta obligatoria en las diversas escuelas públicas en América Latina. Es necesario tener en cuenta la autoridad del manual al ser universalizado:

“Las leyes de la urbanidad, en cuanto se refieren a la dignidad y decoro personal y a las atenciones que debemos atribuir a los demás, rigen en todos los tiempos y en todos los países civilizados de la tierra” ( 52)

Como se puede observar las reglas occidentales de urbanidad son validas para todos los tiempos y todos los países que tienen civilización. Los países que difieran con las normas de conducta occidental serán consideradas como salvajes: la Otredad. En el caso particular de Carreño sus raíces occidentales lo conectan con la Madre Patria (España). Los grupos criollos descienden de los españoles y son herederos de las tradiciones de urbanidad y buenos modales. El sentido de “cultura” manejado por las sociedades criollas era el ilustrado, es decir, el culto es la persona civilizada que cultiva conocimientos por medio del estudio y el aprendizaje.

Con respecto a la hegemonía masculina, ésta se legitima en el manual de Carreño cuando se construye al sujeto femenino dentro de la categoría mujeres para obtener su ingreso al mundo de la cultura. Se construye al sujeto mujer occidental, pero dentro de las coordenadas hegemónicas de la masculinidad. A continuación mostraré cómo el manual de Carreño representa a la mujer, junto con los roles sociales que debe asumir para obtener el ideal de femineidad:

“La mujer es merecedora de todo nuestro respeto y simpatía, por su importantísimo papel en la humanidad como esposa y sobre todo como madre. Su misión no se limita a la gestación y crianza física del ser humano, que por sí sola le importa tanto sacrificios, sino que su influencia mental y moral es decisiva en la vida del hombre”(Ibid:55)

“Detrás de todo gran hombre hay casi siempre una gran mujer, llámese ésta madre o esposa. Dense cuenta pues de la gran importancia que tiene la cultura en la mujer, no solamente de adorno, sino como necesidad” (Ibid:55)

“La mujer debe ser esencialmente femenina y orgullosa de serlo. Su instrucción, educación y finos modales la ayudarán en la vida en familia como sociedad” (Ibid:56)

La construcción de la mujer occidental se articula con un rol conservador que la subalterniza como esposa y madre. Carreño señala la importancia de la mujer en la humanidad, cuyo papel no se limita a lo físico, sino a la influencia moral en la vida del hombre. La mujer tiene una actitud pasiva porque es visualizada como un deposito de la moral, la cual es conservada en su ser femenino para el bien del hombre. Pero el sujeto femenino no es protagonistas del bien, sino que es el hombre en acción. Por este motivo, detrás de todo gran hombre en el espacio público, hay una gran mujer en el espacio privado que conserva la moral. Finalmente la esencialización de la mujer se produce cuando el Manual de Carreño señala la importancia del orgullo de ser femenino y ser feliz. Si la mujer asume los mandatos culturales (reglas y normas) entonces ella podrá ayudar a la familia y a la sociedad. Una sociedad occidental que la produce como el segundo sexo a favor de la hegemonía masculina.

Conclusiones: rebeldes con causa

La hegemonía de la masculinidad tiene varios medios para legitimar la jerarquía de género. La perspectiva cultural occidental es la que se impone para producir sujetos dentro de un conjunto de prácticas y comportamientos obligatorios para ser parte de la cultura falogocéntrica. Uno de los medios que universalizan las reglas sociales son los protocolos que produce el “debe ser” del hombre y la mujer en la humanidad. El Manual de Carreño tiene la misma función para naturalizar la hegemonía masculina al poder determinar los roles de género en la sociedad occidental.

El Manual de Carreño reproduce la hegemonía cultural del occidental porque sus reglas conductuales rigen en todos los tiempos y espacios civilizados de la tierra. Los países no civilizados, Otredad, son ajenos a la urbanidad y buenas costumbres. En el mencionado manual se verifica la naturalización del hegemónico sistema binario de género. Mientras el hombre culto, en si mismo, asume el rol del buen patriarca, la mujer debe cumplir los roles de esposa y madre para adquirir importancia dentro de las coordenadas culturales de occidente. Por este motivo, detrás de un gran hombre hay una subalterna.

La rebeldía con causa del grupo de rock Q.E.P.D. Carreño fue legítima porque asumió una posición crítica y contracultural (contra la cultura hegemónica ilustrada) para visualizar las relaciones de poder de las elites criollas. Mi aporte también es contracultural, pero desde la perspectiva de género con el fin de desmantelar la naturalizada matriz heterosexual que garantiza la hegemonía masculina en la producción del sujeto masculino y femenino en el manual de Carreño, quien todavía no descansa en paz en las relaciones de género con etiqueta social.

Bibliografía

BEAUVOUR, Simona
1999 El Segundo Sexo. Sudamericana. Buenos Aires.

BUTLER, Judith
1999 El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad.
Paidos, Buenos Aires.

CARREÑO, Manuel
S.f. Manual de Urbanidad y Buenas Maneras.
http://www.manualespdf.es/manual-carreno/

EISESTEIN, Zillah
2004 Against Empire. Feminisms, racism, and The West. Spinifex Press, Zed Boods.
New York.

PERETI, Cristina
S.f. Entrevista a Jeques Derrida
http://revistas.ucm.es/cps/11308001/articulos/POSO8989230101A.PDF

Q.E.P.D. Carreño
S.f. Historia de Q.E.P.D Careño
http://qepd.s5.com/about.html
Notas

1 http://qepd.s5.com/about.html

lunes, 20 de julio de 2009

Se defendió a lo macho


“SE DEFENDIÓ A LO MACHO”, es el titular del periódico chicha Ajá1 utilizado para referirse al asesinato del famoso estilista Marco Antonio Gallego. El titular tiene una carga perversa porque hace sarcasmo de la fatal muerte (con tortura y estrangulamiento) de un personaje de la farándula chola que abiertamente se había declarado homosexual con mucho orgullo. En el titular se observa una contradicción nada neutral que proyecta un rechazo absoluto a la diversidad sexual. Sí el sujeto machista niega, excluye y devalúa lo femenino, entonces ¿Por qué un gay se defendió a lo macho? La repuesta se basa en el fondo homofóbico del contenido discursivo del periódico Ajá que comprueba que en el Perú no se respeta la dignidad y derechos de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales).

El presente ensayo tiene como objetivo analizar la masculinidad y el poder que reproducen los medios de comunicación y, en especial, el diario Ajá para legitimar la subalternización de la comunidad LGTB. El trabajo esta dividido en dos partes, la primera se tendrá en cuenta el aporte de autores con respecto al tema de masculinidades, el segundo analizará la actual noticia de la farándula chola donde el “rey de las tijeras se defendió hasta el final”.


Masculinidades subalternas

El género como categoría de análisis contiene su fuerza analítica en el aspecto “relacional”. Pero muchas veces el género es reducido a un problema de la mujer, obviando los problemas que suceden en los hombres. En el balance sobre las investigaciones de género existe una ausencia de investigaciones basado en el enfoque de masculinidades. Según Juan Carlos Callirgos el aporte del movimiento feminista para analizar las desigualdades y desventajas de las mujeres es una tarea importante, pero es poco lo que se sabe de los otros involucrados en el tema de género (1996:12).

Entre los autores que analizan las relaciones de poder en las masculinidades se encuentra R. W. Connell. El autor basándose en las prácticas sociales analiza las estructuras de género que responde a situaciones particulares. Existen tres estructuras que organizan las prácticas de género: a) las relaciones de poder, b) las relaciones de producción y c) la cathexis, es decir, el vínculo emocional que articula el deseo sexual. Un ejemplo del cruce de las tres estructuras de género viene a ser la sociedad patriarcal, la cual se basa en un modelo de género (europeo/americano) donde las relaciones de poder subordinan a las mujeres. En las relaciones de producción para legitimar la opresión de lo femenino, entonces se asigna e impone roles a los hombres y mujeres en la sociedad. Finalmente el modelo patriarcal que impone roles masculinos y femeninos también guía el deseo sexual hacia el modelo heterosexual (cathesis). Entonces, bajo la interacción de las estructuras de género, la sociedad patriarcal que representa la masculinidad hegemónica, la cual margina y excluye a las masculinidades subordinadas, incluyendo a los gays. Lo mismo sucede en la sociedad machista en el Perú.

Carlos Iván Degregori señala que ser macho significa entonces desarrollar relaciones jerárquicas, siendo lo contrario lo femenino. Según el autor los hombres devalúan su masculinidad al no ejercer la fuerza y el control autoritario. No existe un sólo tipo de masculinidad, sino varias que son históricamente diferenciadas. (Degregori 2000:185). El machismo es un tipo de masculinidad que subordina lo femenino y, sobre todo, las masculinidades subalternas. La autora Rocío Silva Santistebandefine el machismo como un sistema el cual articula representaciones y practicas sociales. A continuación su definición2:

Una suerte de ideas que se han encarnado en un sujeto, sometiendo su cuerpo a esas exigencias, de tal suerte que luego se convierten en prácticas agresivas incluso contra él mismo. El machismo siempre sospecha, por lo mismo exige que la hombría se demuestre día a día, minuto a minuto. Estas demostraciones pasan por algunos supuestos actos de heroísmo, por enfrentamientos con otros machos, por sometimiento al débil –el nerd, el lorna, el afeminado, las mujeres–.

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Esta concepción del machismo como aquello que se tiene que demostrar o comprobar coincide con la perspectiva de Michael Kimmel. El autor analiza las prácticas sociales donde los hombres deben demostrar su hombría frente a los demás. El autor lo conceptualiza como la “validación homosocial” donde su emoción más destacada es el miedo a causa de la inseguridad personal, es decir, que es necesario la validación de la hombría para negar los deseos homoeróticos. Desde esta lógica Kimmel afirma que la homofobia es el esfuerzo por suprimir esos deseos que cuestionan la virilidad del sujeto masculino: “el miedo a que otros hombres nos desenmascaren nuestra falta de hombría” (Kimmel 1997:57). Entonces, el odio y desprecio del homfóbico viene a ser su proyección interna de su inseguridad por no alcanzar el standard necesario para ser hombre heterosexual.

La proyección interna que expulsa los temores internos también es utilizado analíticamente por Daniel Castillo, quien basándose en el ejemplo del salón de clase analiza la proyección de las propias ansias y desconciertos de los alumnos contra el lorna y el maricón. Con respecto al segundo, el autor señala que existe agresividad y crueldad contra el afeminado de la clase, quien es el mejor candidato para ser el “maricón” que se relaciona con la sensualidad prohibida entre varones. Una prohibición que refleja el proceso difícil, complicado y caótico que debe pasar un hombre en una sociedad como la peruana (2001:259). Y la situación se agrava cuando un hombre públicamente se declara homosexual pasando su masculinidad a la subalternización y, sobre todo, a la ridiculización, difamación y humillación de los medios periodísticos, gráficos, televisivos y radiales. A continuación analizaré el discurso homofóbico del diario Aja.

Marco Antonio: el rey de las tijeras

A raíz de la muerte de Marco Antonio se plantearon una serie de hipótesis. Una de ellas fue que el asesinato se debe a la homofobia en el Perú. Si bien es cierto que el móvil del crimen (robo) difiere de la hipótesis planteada, el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) aprovechó el contexto para hacer una conferencia de prensa3. En la conferencia se mostró una estadística señalando que en los tres últimos meses del presente año han ocurrido 40 asesinatos de homosexuales donde tuvieron como características la crueldad y la humillación. Una cifra alarmante.

Por este motivo, en la VIII marcha del Orgullo 2009 se lanzó un pronunciamiento que rechaza la violencia social, familiar y sexual que la comunidad LGTB debe enfrentar. Con respecto a la violencia social ésta se manifiesta por diversas vías: una de ellas son los medios de comunicación. A continuación presentaré el caso de Marco Antonio que es tomado como punto para proyectar los temores e inseguridades internas de la supuesta hombría machista de la sociedad peruana.

Retornando al objeto de estudio, el diario Ajá, el discurso sarcástico y homofóbico se hace patente en su titular “Se defendió a lo macho”. Luego se sigue mofando con letras más pequeñas “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”. El mandato del macho se basa que en momentos de lucha y peleas jamás se utilizan las uñas y los dientes (ello es de mujeres). En cambio los hombres pelean con los puños ¿será por este motivo a la campeona de box mundial, Kina Malpartida, los periódicos señalaban que ella pelea como hombre. Otro componente de la perversidad de Ajá se basa en otra contradicción: sí la víctima se defendió como los machos, por qué su victimario fueron su Papí y Pachón. ¿Qué significado para un macho tener un papi? La intensión del discurso es ironizar al rey de las tijeras porque las investigaciones policiales comprobaron que había existido una relación sentimental entre victimario y victima.

Al siguiente día el diario Ajá4 publica otro titular “MATABA EN DISCOS DE AMBIENTE”, el cual es utilizado para referirse al asesino de Marco Antonio. El significado de matar tiene otra connotación en la jerga popular porque es utilizada para referirse a las relaciones sexuales. Entonces, el periódico utiliza la jerga para señalar que el joven asesino “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”. Luego cuando desarrolla la noticia surge el fondo homofóbico al señalar “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”. En primer lugar cuando se utiliza el término “raritos” reproduce la alteridad del gay, es decir, lo subalterniza como una otredad. En segundo lugar, no es casual que se diga que se le mete el dedo a Beto Ortiz, porque éste personaje se ha confesado abiertamente como gay. Entonces, se estructura la ecuación homofóbica donde a los raritos se le mete el dedo, el cual tiene una significación fálica que legitima la hegemonía masculina.

Finalmente el diario Ajá representa sarcásticamente a Jorge Luis Glenn Ponce como el “TERROR DE BRÓCOLIS” por ser el asesino directo de Marco Antonio. El término de “brócoli” es utilizado de manera peyorativa para referirse a los gays, que según el diario chicha, eran las victimas de Glen, cuando éste los buscaba en las discotecas de ambiente. Entonces las jergas de rarito y brócoli tiene la intensión de deshumanizar a las personas que eligen su opción sexual más allá del modelo hegemónico heterosexual.

A modo de conclusiones

Las estructuras sociales que organizan las prácticas de género naturalizan las relaciones de poder por medio de un conjunto de representaciones sociales que garantiza la hegemonía masculina y la exclusión de la comunidad LGTB. Los medios de prensa no son ajenos a la complicidad que reproducen las estructuras de género. Que un homosexual se defienda a lo macho es una representación que humilla a Marco Antonio luego de su trágica muerte.

“Se defendió a lo macho”, “rey de las tijeras se defendió hasta el final”, “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”, “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”, “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”, “Mataba en discos de ambiente” y “el terror de los brócoli”, son discursos que reflejan la homofobia en el Perú, donde ni a los muertos se les respeta.

La impunidad del diario Ajá se naturalizada bajo una supuesta libertad de expresión cuyo sentido es cambiado. Una cosa es informar y otra muy diferente es hacer leña del árbol caído. ¿Por qué hacer dinero por medio del sarcasmo homofóbico? Una respuesta que tiene mucho por reflexionar en una sociedad donde la exclusión y la marginación son cosas de la vida cotidiana. Por este motivo, es justa y necesaria la sospecha analítica de las humillaciones mediáticas para construir caminos que defienda el derecho a la diversidad sexual en el Perú.

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Bibliografía

CALLIRGOS, Juan Carlos
1996 “Soldados desconocidos: notas sobre el machismo latinoamericano”, en
Márgenes. Encuentro y Debate. Nº 15 Sur. Lima

CASTILLO, Daniel
2001 “Fantasmas de la Masculinidad”, en Santiago López Maguiña,
Gonzalo Portocarrero, Rocío Silva Santisteban (editores) Estudios Culturales. Discursos, poderes, pulsiones. Red para el desarrollo de las ciencias sociales, Lima.

CONNEL
1997 “La Organización social de la masculinidad”, en Teresa Valdés y José Loaría (eds) Masculinidadies. Poder y crisis. Isis Internacional – Ediciones de las Mujeres.

DEGREGORI
2000 La década de la antipolítica: auge y huida de Alberto Fujimori y
Vladimiro Montesinos. Instituto de Estudios Peruanos. Lima

KIMMEL, Michael
1997 “Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina”, en
Teresa Valdés y José Olavaria (eds) Masculinidadies. Poder y crisis.
Isis Internacional y Ediciones de las mujeres.

SILVA SANTISTEBAN, Rocío.
2007 “El machismo mata”, en Blog Columna Okupa
http://kolumnaokupa.blogsome.com/2007/11/04/el-machismo-mata/

Notas


1 Diario Ajá: 14 / 07 / 2009
2 http://www.agenciaperu.com/sociedad/2006/mar/encuesta_machismo.html
3 ttp://www.larepublica.pe/sociedad/14/07/2009/asesinato-de-homosexuales-seria
-constante-en-el-peru

4 1 Diario Ajá: 15 / 07 / 2009

jueves, 9 de julio de 2009

Antrobienvenida Cachimbo en San Marcos

La antrobienvenida es uno de los rituales de inciación en el mundo mágico, trágico y maravilloso de la Antropología en San Marcos. Cuando fuí cachimbo (1998) mi base fue recibida en el Centro de Estudiantes de antropología. Me acuerdo que todos estabamos sentados en carpetas bien ordenaditos, misma escuelita. Uno de los estudiantes del último año se mando un discurso histórico sobre la vida política en San Marcos con una ligera tendencia de izquierda hortelana. Algo repetitivo y aburrido. Luego unas colegas desde la perspectiva de género repartieron con una feliz sonrisa los bocaditos (pan con pollo) y jugo de naranja Tan. Fue una bienvenida para que no se repita.

Al siguiente año conociendo como no se debe hacer una bienvenida realicé junto con mi colega Marita una migración forzada de la antrobienvenida de la ciudad (salón) al campo (el bosque de Sherwood). La antrobienvenida en el bosque fue bien emocionante y ritualístico: inciensos, chicha de jora, canchita, mantas, guitarra, todos sentados en el pasto y un pago a la tierra. En unos momentos me tranformé, butlerianamente, en un chamán urbano para dar un performance de bienvenida.

Entonces, a partir de 1999 los rituales de bienvenidas de cachimbos se realizan en el bosque universitario, Sherwood, el cual se encuentra entre las facultades de Ciencias Económicas, Humanidades y Ciencias Sociales. Un bosque que estará en la memoria de los tiempos de oro de mi juventud.

Luego de egresado no he perdido la tradición de asistir a la antrobienvenida, como bien lo comprueba éste video urraco del 2004 donde me hicieron una entrevista al paso. Aunque se maleo un poco la antrobienvenida con unos sospechosos tragos, pero la tradición no podía parar y, menos aún, con represión. Siempre es bueno la variedad, incluyendo el trago. Lo irónico de la entrevista es que no he cambiado el discurso sobre subalternos y hegemónicos. Sigo con el mismo rollo, pero ahora con perspectiva de género para cambiar en algo. Reitero que siempre es bueno la variedad.

En el 2007 gracias a la invitación de mis alumnos pude iniciar el ritual de la antrobienvenida, pero en otro pequeño bosque de la ciudad universitaria de la Decana de América. Me acuerdo que también fue la represión a querer neutralizar el ritual, pero se resistió y continuó la celebración hasta tomar la última gota de chicha de jora.

Que se mantenga la antro-tradición y que viva el trago.