“¡En este país nadie sobra!”, fue la frase enérgica que coronó el discurso épico y ciudadano del evento “Lo Cholo en el Perú”, celebrado en el mes de diciembre del 2006.
.
En la Biblioteca Nacional ha surgido una nueva “Promesa Peruana”, al estilo de Jorge Basadre, la cual va a solucionar el problema de la exclusión social del país. Me refiero a la “Promesa Chola” donde "nadie sobra" porque todos los peruanos bailan en el juego democrático en igualdad de condiciones y oportunidades.
El siguiente artículo tiene como objetivo analizar la producción discursiva sobre "lo cholo" en el espacio urbano que se maneja en el mencionado coloquio. Y también falsear y deconstruir el nuevo símbolo de la choledad nacional: el pintor Víctor Humareda. Acusado de ser cholo.
El siguiente artículo tiene como objetivo analizar la producción discursiva sobre "lo cholo" en el espacio urbano que se maneja en el mencionado coloquio. Y también falsear y deconstruir el nuevo símbolo de la choledad nacional: el pintor Víctor Humareda. Acusado de ser cholo.
.
a) La primera Lima chola y sus cinco cerros.
.
El moderador de la mesa fue César Ramos y los expositores José Matos Mar -antropólogo- y Félix Guillén -dirigente de una población del Agustino-. Hay que agregar que luego de las exposiciones, le toco el turno al moderador (el expositor sorpresa), quien tenía algo que opinar sobre el tema. La representación social sobre lo cholo en el Perú que mostraron los dos expositores y el comentarista se basaba en tres componentes discursivos. Una épica, una tesis y un actor social. Lo épico fue propuesto por el moderador César Ramos, la tesis por José Matos Mar y el actor social por Félix Guillén.
.
Cada uno de estos discursos giraron en torno al hombre-símbolo "Víctor Humareda". Hay que tener en cuenta que los proyectos y/o promesas necesitan de héroes culturales y símbolos que encarnen el deseo colectivo. No es gratuito que Alberto Flores Galindo sea considerado como un héroe académico: idealizado por una generación (68) de intelectuales. Los héroes culturales y/o académicos tienen la función de mantener los ideales sociales.El coloquio del mes de diciembre tuvo la intensión de legitimar un nuevo héroe cultural cholo. A mi parecer algo fallido.
.
Continuando con los discursos de la mesa, el primero era el épico. Este se basa en una "épica ciudadana" comparable con la poesía épica de Homero (La Ilíada y la Odisea). El discurso épico y ciudadano enunciado por César Ramos analiza la ciudad de Lima como sí fuera la ciudad de Troya. El relato épico urbano describe un proceso social y cultural en que el sujeto provinciano entra a la capital por medio de los “Caballos de Troya de los Invasores” (Jurge Golte y Norma Adams). Esta es la épica de los provincianos que dejan el Perú profundo para enfrentarse a una “Lima Criolla” que los margina y discrimina. Como dice la letra de la canción “Cholo soy y no me compadezcas” de Luis Abanto Morales: “dices que soy triste, que quieres que haga / No dicen ustedes que el cholo es sin alma / y que es como piedra, sin voz, sin palabra”. Entonces la ecuación de la épica que transgrede la visón peyorativa de los criollos blancos es: “De Invasores a Ciudadanos” (Carlos Iván Degregori, Nicolás Lynch y Cecilia Blondet). En esta ecuación social surge un nuevo actor social: el migrante provinciano. Se genera el “Desborde Popular” (Matos Mar) siguiendo las locas ilusiones de la capital.
.
Continuando con los discursos de la mesa, el primero era el épico. Este se basa en una "épica ciudadana" comparable con la poesía épica de Homero (La Ilíada y la Odisea). El discurso épico y ciudadano enunciado por César Ramos analiza la ciudad de Lima como sí fuera la ciudad de Troya. El relato épico urbano describe un proceso social y cultural en que el sujeto provinciano entra a la capital por medio de los “Caballos de Troya de los Invasores” (Jurge Golte y Norma Adams). Esta es la épica de los provincianos que dejan el Perú profundo para enfrentarse a una “Lima Criolla” que los margina y discrimina. Como dice la letra de la canción “Cholo soy y no me compadezcas” de Luis Abanto Morales: “dices que soy triste, que quieres que haga / No dicen ustedes que el cholo es sin alma / y que es como piedra, sin voz, sin palabra”. Entonces la ecuación de la épica que transgrede la visón peyorativa de los criollos blancos es: “De Invasores a Ciudadanos” (Carlos Iván Degregori, Nicolás Lynch y Cecilia Blondet). En esta ecuación social surge un nuevo actor social: el migrante provinciano. Se genera el “Desborde Popular” (Matos Mar) siguiendo las locas ilusiones de la capital.
.
La exposición de Cesar Ramos se basaba en utilizar la épica ciudadana del IEP (Institutos de Estudios Peruanos), construida en la década de 1980, que fue la década de lo Chicha en el Perú: Gregorio, Chacalón y Los Shapis eran los símbolos de la representación de lo cholo. Por este motivo, los antropólogos y sociólogos investigaron la Lima periférica y, específicamente, en los cerros y conos de la ciudad. Cesar Ramos, al basarse en esta visión del IEP, plantea como guión analítico la migración del campo a la ciudad, lo cual implicó una ampliación de la ciudadanía ante el problema de exclusión social. Sí es posible ser ciudadano en “Lima la Horrible” (Sebastián Salazar Bondy).
.
Pero esta épica debía ser sustentada por una tesis, y ese fue el papel de José Matos Mar quien afirmó en su exposición que el fenómeno de urbanización de Lima se inicio en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. El avance del mundo occidental se dio en varios campos como la salud (la producción masiva de antibióticos), la vivienda, el estilo de vida y los medios de comunicación, entre otros. En el mundo surgió la “Ciudad Bienestar” que era sinónimo de prestigio y status social. En este contexto, la fecundidad hace aumentar la familia mundial y surge el “Proceso de Urbanización” en las ciudades, donde hubo una migración masiva del campo a la ciudad. Entonces, en la década de los 40 Lima se andiniza, es decir, que se cholea.
Pero esta épica debía ser sustentada por una tesis, y ese fue el papel de José Matos Mar quien afirmó en su exposición que el fenómeno de urbanización de Lima se inicio en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. El avance del mundo occidental se dio en varios campos como la salud (la producción masiva de antibióticos), la vivienda, el estilo de vida y los medios de comunicación, entre otros. En el mundo surgió la “Ciudad Bienestar” que era sinónimo de prestigio y status social. En este contexto, la fecundidad hace aumentar la familia mundial y surge el “Proceso de Urbanización” en las ciudades, donde hubo una migración masiva del campo a la ciudad. Entonces, en la década de los 40 Lima se andiniza, es decir, que se cholea.
.
Esta tesis se basa en los largos y continuos trabajos de campo de Matos Mar en la década de los 40 y 50, en los que estudia la formación de los barrios populares en Lima como Armatambo (Chorrillos), Leticia (Rímac), Matute y Mendosita (La Victoria). En los ochentas el autor sistematiza sus iniciales investigaciones en el texto “Desborde Popular” y junto con otras investigaciones del IEP -trabajados mayoritariamente por antropólogos- hace un análisis amplio del proceso urbano, económico empresarial (Néstor Valdivia y Norma Adams) por medio de casos de estudios. La importancia de la tesis de Matos Mar radica en que explica de manera global la existencia de una nueva ciudad, diferente a la ciudad criolla, donde los cerros limeños son ocupados por los provincianos. El migrante se convierte en protagonista de su propio destino y no le pide permiso a los criollos urbanos. El migrante cholo come y se mantiene con su propio dinero. Carlos Franco analizaría este proceso urbano como “La Otra Modernidad” promovida por los provincianos que migran a Lima en calidad de pioneros urbanos. Ante una sociedad cerrada y egoísta los provincianos salieron victoriosos. Ahora se puede hablar en Lima de una odiseíca “cultura emergente chola” que cruza entre los Escila y Caribdis de la choledad nacional.
.
Entonces, la tesis de Matos Mar marca un sentido común en las ciencias sociales que se mantiene hasta la actualidad donde los espacios “urbanos marginales” de la ciudad son terreno de fructíferas investigaciones. Al principio se hablaba analíticamente de sectores marginados desde una optica marxista (Anibal Quijano), luego se pasó a hablar de los informales desde una perspectiva libreal: El Otro Sendero (Hernando de Soto). Estas investigaciones siguen la misma premisa que Lima a partir de 1940 cambió radicalmente su aspecto urbano, social y cultural: el primer fenómeno urbano en Lima del siglo XX. Por esta razón, la tesis de Matos Mar constituye la base para la construcción del discurso épico y ciudadano en que el nuevo actor social y político es el provinciano, migrante, invasor y, sobre todo, cholo.
.
Luego le toco el turno al discurso del “actor social” encarnado en el dirigente Félix Guillén. Generalmente en el evento “Lo Cholo en el Perú” los actores cholos enuncian testimonios de vida, pero no hacen un análisis social de su situación como cholos, mucho menos por escrito. Algo parecido a las Audiencias Públicas de la CVR (Comisión de la Verdad y Reconciliación) donde las víctimas de la violencia políticas sólo hablaban, es decir, que expresaban testimonios de los trágicos hechos ocurridos en la guerra interna (1980 – 2000). Como lo señalaría Marita Hamann, a las víctimas en éstas audiencias no le es permitido que analicen sus propios testimonios, porque ese era el papel de los caballeros de la verdad.
.
Luego le toco el turno al discurso del “actor social” encarnado en el dirigente Félix Guillén. Generalmente en el evento “Lo Cholo en el Perú” los actores cholos enuncian testimonios de vida, pero no hacen un análisis social de su situación como cholos, mucho menos por escrito. Algo parecido a las Audiencias Públicas de la CVR (Comisión de la Verdad y Reconciliación) donde las víctimas de la violencia políticas sólo hablaban, es decir, que expresaban testimonios de los trágicos hechos ocurridos en la guerra interna (1980 – 2000). Como lo señalaría Marita Hamann, a las víctimas en éstas audiencias no le es permitido que analicen sus propios testimonios, porque ese era el papel de los caballeros de la verdad.
.
Esto me hace recordar a la primera fecha del coloquio “Lo Cholo en el Perú”, en setiembre del 2006, cuando el sociólogo Gonzalo Portocarrero señaló con preocupación que los cholos en el Perú sólo destacan en el campo artístico y comercial, pero existe una ausencia de representación de los mismos cholos sobre su choledad desde una perspectiva analítica. Es decir, que los cholos no pueden escribir y analizar su propia realidad chola. Sin embargo, considero que Gonzalo Portocarrero está esencializando a los cholos como una “Otredad Urbana” al considerar que los únicos que sí tienen capacidad para escribir sobre los cholos son los criollos letrados del mal.
.
Un caso de cholos letrados se puede encontrar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que, aparte de ser la Decana de América, fue un espacio de cholificación por excelencia. La universidad dejó de ser un espacio de la “República Aristocrática” para ser una universidad popular en la segunda mitad del siglo XX. Hablamos por ejemplo de los jóvenes rojos de San Marcos (Nicolás Lynch) donde los cholos e hijos de cholos van a la universidad y adquieren la capacidad de repensarse y representar la situación social del país. En los años 70 se decía que San Marcos era el templo de Mao Tse Tung porque la propuesta revolucionaria china coincidía con las historias de vida de los cholos sanmarquinos cuyos padres tenían un pasado agrario andino. Como se puede apreciar los cholos también escriben y pueden representarse socialmente, sea éste universitario o no. Y así lo demostró Agustino Félix Guillén, quien no era ajeno a la ciudad letrada.
.
En primer lugar, el dirigente leyó un texto que había redactado, a diferencia de los académicos César Ramos y José Matos Mar quienes enunciaron sus puntos de vista sin utilizar un texto escrito. Los cholos también se autorrepresentan sin necesidad de ser científicos sociales. Pero el tono del texto del señor Guillén era cientista social porque compartía la épica ciudadana y la tesis enunciada anteriormente. El señor Félix Guillén hablaba del mito del progreso de los provincianos que migran del campo a la ciudad para lograr conquistar las alturas de los cinco cerros y, en especial, los ubicados en el distrito del Agustino. Por esta razón, me pareció suspicaz la coincidencia del texto escrito del actor social con el discurso oral de los letrados antropólogos. Era obvio que el dirigente consume culturalmente textos de ciencias sociales o que un antropólogo le había redactado el texto.
.
En primer lugar, el dirigente leyó un texto que había redactado, a diferencia de los académicos César Ramos y José Matos Mar quienes enunciaron sus puntos de vista sin utilizar un texto escrito. Los cholos también se autorrepresentan sin necesidad de ser científicos sociales. Pero el tono del texto del señor Guillén era cientista social porque compartía la épica ciudadana y la tesis enunciada anteriormente. El señor Félix Guillén hablaba del mito del progreso de los provincianos que migran del campo a la ciudad para lograr conquistar las alturas de los cinco cerros y, en especial, los ubicados en el distrito del Agustino. Por esta razón, me pareció suspicaz la coincidencia del texto escrito del actor social con el discurso oral de los letrados antropólogos. Era obvio que el dirigente consume culturalmente textos de ciencias sociales o que un antropólogo le había redactado el texto.
.
El señor Guillén leía y hablaba de los sabios ancianos provincianos que habían heredado sus conocimientos que fueron aplicados en la ciudad en 1945 donde se enfrentaron a la “Lima Criolla”: una ciudad de riqueza y egoísmo. La lucha fue campal y los provincianos lograron establecerse por medio de su herencia cultural andina en los cerros: San Cosme, El Pino (La Victoria) y luego San Pedro y otros cerros del Agustino. Esta lucha logra sus frutos porque en 1960 por medio de la Ley 13517 donde las zonas marginadas de la ciudad se convierten en Asentamiento Humanos. Es decir, que los provincianos del cerro el Agustino se convirtieron de “Invasores a Ciudadanos” conformando un nuevo mapa y rostro urbano de Lima. Esta fue la intervención que escribió y leyó el actor social Félix Guillén: los cholos también escriben sobre su choledad.
.
b) No todo lo provinciano es cholo.
.
b) No todo lo provinciano es cholo.
.
Algo que me pareció sospechoso en el texto de Feliz Guillén fue que nunca menciona la palabra “Cholo”, sino que utilizó la analogía de “provinciano”: que migra a la ciudad y que hace las mismas cosas de los cholos. Es decir, el provinciano como actor social y político en la conquista urbana de Lima. Esta idea sobre lo provinciano (como sujeto social monolítico y homogéneo) también es manejada por César Ramos y Matos Mar. Pero como diría el filósofo “Cantinflas” –filosofo urbano de Gustavo Riofrío-:“una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”. En esta lógica, una cosa es ser provinciano mestizo que vive en las ciudades de la región, y otra muy diferente ser provinciano indígena que vive en las comunidades campesinas. No es lo mismo ser el escritor Luis Nieto Degregori que el cargador de mercado Gregorio Condori Mamani. Ambos son provincianos pero son diferentes.
.
Desde esta lógica, la polémica entre literatura criolla vs. andina, debería ser “literatura criolla" vs. "mestizos que representan el mundo andino". La literatura andina tiene como antecedente el indigenismo que hablaba políticamente sobre lo indígena en el Perú, pero con el detalle que los indígenas jamás hablaron ni escribían sobre ellos mismos, sino que fueron mestizos: Valcárcel, Uriel García, Arguedas, Ciro Alegria, entre otros. En el campo artístico o “Indigenismo 2” (Mirko Lauer) será José Sabogal el mayor representante que dibujaría artísticamente la esencia del “Perú Profundo”. Alguien que hizo todo lo contrario al maestro Sabogal fue su alumno de Bellas Artes, me refiero a Víctor Humareda.
.
Ahora inicio a falsear la tesis en que Víctor Humareda es cholo. En el articulo de Francisco Izquierdo “Humareda en el recuerdo: El legado de su pintura” se narra la realización de un evento por homenaje al renombrado artista (se realizó en el Centro Cultural de la Escuela de Bellas Artes). Entonces, Francisco Izquierdo escribe sobre su experiencia de haber conocido a Humareda: “Sus trajes oscuros. Dos sombreros: de tongo o de copa. Marilyn. Beethoven. Toulouse-Lautrec. Los arlequines. La Quinta Heeren de noche. La imagen de Víctor Humareda se rememora en cada charla de pintores que alguna que otra vez he oído”.
.
Ahora inicio a falsear la tesis en que Víctor Humareda es cholo. En el articulo de Francisco Izquierdo “Humareda en el recuerdo: El legado de su pintura” se narra la realización de un evento por homenaje al renombrado artista (se realizó en el Centro Cultural de la Escuela de Bellas Artes). Entonces, Francisco Izquierdo escribe sobre su experiencia de haber conocido a Humareda: “Sus trajes oscuros. Dos sombreros: de tongo o de copa. Marilyn. Beethoven. Toulouse-Lautrec. Los arlequines. La Quinta Heeren de noche. La imagen de Víctor Humareda se rememora en cada charla de pintores que alguna que otra vez he oído”.
.
Luego el autor menciona a los comentarios de los especialistas en Humareda: Quintanilla, Polanco, José A. Bravo). Alberto Quintanilla afirma que el valor de Víctor en la pintura peruana radica en que desde una posición marginal, su pintura evoca este multiexpresionismo que posee el Perú, y que no queda sólo en lo disgregado o regional, sino que se convierte en universal. Polanco comenta sus memorias cuando conoció a Víctor cuando estudiaba en Bellas Artes. Y José Antonio Bravo manifestó que siempre disfrutó las conversaciones con Humareda sobre pintores y escritores del siglo XIX, que siempre se refería a ese siglo, que admiraba mucho a Balzac y Chopin donde hablar con él de pintura era un regocijo por la manera cómo veía el arte.
.
Cualquiera que no conozca la foto de Humareda pensaría que se tratara de un artista “pituquito de Miraflores” (a lo Eliane Karp); pero se llevaría con la sorpresa que el destacado artista nació en la provincia de Puno, uno de los lugares más excluidos y pobres del país. Otra sorpresa que se llevaría es saber que este provinciano vino a Lima para estudiar en Bellas Artes, como lo recuerda Polanco en sus años de juventud. Entonces la suspicacia surge porque Humareda como provinciano difiere con el discurso Chacalón donde los provincianos se levantan temprano “a trabajar ayayayay que buscan una nueva vida en la ciudad, donde todo es dinero y hay maldad”. Para el discurso homogéneo sobre el provinciano migrante, las historias de vida de Chacalón, Dina Paucar, Laura Pacheco, la familia Unicachi, empresarios de gamarra, entre otros, encajan en el discurso épico y ciudadano que es legitimado por la tesis de Matos Mar.
Cualquiera que no conozca la foto de Humareda pensaría que se tratara de un artista “pituquito de Miraflores” (a lo Eliane Karp); pero se llevaría con la sorpresa que el destacado artista nació en la provincia de Puno, uno de los lugares más excluidos y pobres del país. Otra sorpresa que se llevaría es saber que este provinciano vino a Lima para estudiar en Bellas Artes, como lo recuerda Polanco en sus años de juventud. Entonces la suspicacia surge porque Humareda como provinciano difiere con el discurso Chacalón donde los provincianos se levantan temprano “a trabajar ayayayay que buscan una nueva vida en la ciudad, donde todo es dinero y hay maldad”. Para el discurso homogéneo sobre el provinciano migrante, las historias de vida de Chacalón, Dina Paucar, Laura Pacheco, la familia Unicachi, empresarios de gamarra, entre otros, encajan en el discurso épico y ciudadano que es legitimado por la tesis de Matos Mar.
.
Ellos son los Nuevos Limeños, como dirían Gonzalo Portocarrero (TEMPO); José María Salcedo, el “Chema”, opina igual; y Rafael Tapia señala que la cantante Dina Paucar representa la esencia de “Lo Cholo en el Perú”. El curador, Miguel Ángel, de la muestra de Humareda -en una sala de la Biblioteca Nacional- también confunde al “provinciano homogéneo” con el cholo: “Humareda supo ser un cholo, también un dandy y un hombre clásico...se había acostumbrado a la ciudad, era un hombre urbano con herencia provinciana”. La pregunta que planteo es ¿cuáles fueron las herencias andinas de Humareda?
.
Seguro que Gustavo Buntix estaría de acuerdo con simbolizar a Humareda como parte de la cholificación posmoderna. Pero no todo puede ser postmoderno y tampoco cholo.
.
Entonces conociendo las coordenadas de la vida de Humareda creo que se está celebrando por adelantado una cholificación forzada del mencionado pintor. El debate sobre lo Cholo en el Perú en el mes de diciembre se inicia con una afirmación canónica: “Humareda es Cholo”. Creo que se tuvo que debatir antes de hacer tal afirmación. Por este motivo, planteo una antítesis donde “Humareda no es cholo” porque la construcción del sujeto cholo desde la perspectiva analítica de la cholificación de Aníbal Quijano y la épica ciudadana del IEP no tiene nada que ver con la historia de vida de un puneño nacido en 1920 que desconocía el quechua y el aymara, es decir, que no tenía un estilo de vida de campesina y menos de pastor de puna.
Entonces conociendo las coordenadas de la vida de Humareda creo que se está celebrando por adelantado una cholificación forzada del mencionado pintor. El debate sobre lo Cholo en el Perú en el mes de diciembre se inicia con una afirmación canónica: “Humareda es Cholo”. Creo que se tuvo que debatir antes de hacer tal afirmación. Por este motivo, planteo una antítesis donde “Humareda no es cholo” porque la construcción del sujeto cholo desde la perspectiva analítica de la cholificación de Aníbal Quijano y la épica ciudadana del IEP no tiene nada que ver con la historia de vida de un puneño nacido en 1920 que desconocía el quechua y el aymara, es decir, que no tenía un estilo de vida de campesina y menos de pastor de puna.
.
El pintor por sus méritos recibió una bolsa de viaje para irse a la República de Argentina para estudiar en la prestigiada Escuela de Cárcova en Buenos Aires, luego llega a Lima y se va a Francia. Estuvo muy poco tiempo en Europa y regresa a Lima, específicamente en La Parada, muy cerca de los cinco cerros de la primera Lima chola. Eloy Jáuregui menciona irónicamente que una de las características de la choledad de Humareda se basa en que vivía en La Parada chola a diferencia del artista plástico Víctor Delfín quien prefería vivir en el distrito hegemónico de Barranco. Pero le digo al “Conde de Surquillo”, siguiendo la filosofía de Cantinflas, que una cosa es que Humareda sea cholo y otro muy diferente que Humareda viva con los cholos. Los provincianos no son homogéneos y todos no pasan por el proceso de cholificación. Humareda es una muestra de ello: un provinciano que no es cholo.
.
En Puno existía un sector de mestizos que se diferenciaban de sus paisanos provincianos indígenas. Tanto el grupo del Boletín Titicaca del Movimiento Orkopata como el poeta Carlos Oquendo de Amat conformaban la ciudad letrada de Puno que se diferenciaba de los grupos campesinos aymaras y quechuas. Estos grupos indígenas no eran parte de la “comunidad imaginada” nacional (Benedict Anderson) aunque eran imaginados por los mestizos, como ocurre en la propuesta política del Boletín Titicaca. Estas diferencias entre los provincianos me llevan a la conclusión de que Víctor Humareda no es cholo. Los mistis tienen un proceso social muy diferente a la cholificación de los campesinos.
En Puno existía un sector de mestizos que se diferenciaban de sus paisanos provincianos indígenas. Tanto el grupo del Boletín Titicaca del Movimiento Orkopata como el poeta Carlos Oquendo de Amat conformaban la ciudad letrada de Puno que se diferenciaba de los grupos campesinos aymaras y quechuas. Estos grupos indígenas no eran parte de la “comunidad imaginada” nacional (Benedict Anderson) aunque eran imaginados por los mestizos, como ocurre en la propuesta política del Boletín Titicaca. Estas diferencias entre los provincianos me llevan a la conclusión de que Víctor Humareda no es cholo. Los mistis tienen un proceso social muy diferente a la cholificación de los campesinos.
.
Entonces, Humareda al no ser un campesino provinciano no sigue la estructura narrativa de la cholificación quijanista. Fue todo lo contrario porque Humareda pensaba en Europa, ni siquiera en Lima. Como diría Quintanilla: “Humareda pensaba su propia Europa”. La influencia de Toulouse-Lautrec (pintor francés dibujaba a las prostitutas francesas) es notoria en Humareda (el puneño dibujaba prostitutas cholas).
.
Se puede apreciar que Eloy Jáuregui defiende la choledad de Humareda, con el respaldo sociológico de Pablo Ccopa, cuandó señaló que el pintor cholo era casero de los prostíbulos del Floral, México, Huatica, Cinco y Medio y el Trocadero donde se encontraban sus musas. Todas las prostitutas eran cholas en el Perú. Entonces la ecuación de la choledad de Humareda es “un cholo que dibuja cholos, cholas y la choledad urbana de Lima”. Pero se debe agregar que Humareda también universalizaba al pintar a Marilyn Monroe y a Ludwig van Beethoven.
.
No se puede negar que Humareda culturalmente es un artista occidental. Y por este motivo, me atrevería a decir que el enfoque de “Lo Cholo en el Perú” tiene una carga étnica-racista, en el sentido de una discriminación positiva. Lo único de cholo que tiene Humareda es su cara y su color de piel. Por esto existe una cholificación forzada de Humareda.
No se puede negar que Humareda culturalmente es un artista occidental. Y por este motivo, me atrevería a decir que el enfoque de “Lo Cholo en el Perú” tiene una carga étnica-racista, en el sentido de una discriminación positiva. Lo único de cholo que tiene Humareda es su cara y su color de piel. Por esto existe una cholificación forzada de Humareda.
.
Pero esta cholificación forzada también fue explícita en otras mesas del evento cuando se inducía a los cholos a realizar cosas de cholos. Y la medicina fue peor que la enfermedad porque se obvió el mito del progreso y la ampliación de ciudadanía de los cholos en el proceso de la globalización. En las mesas del mes de Noviembre “Arquitectura Chola” y “Moda Chola” se repetía el modelo de la choledad. En ambas mesas los expositores estaban conformados por criollos y cholos. En la primera mesa los arquitectos criollos apostaban por una visón étnica de la arquitectura (por ejemplo, el Museo de Túcume en Lambayeque), en cambio el arquitecto Cholo -quien era un maestro de obras- apostaba por un visión occidental de la arquitectura, sin ninguna visión étnica (construyó una réplica del Palacio de Gobierno al estilo cholo occidental).
.
De igual manera en la Moda Chola, los diseñadores criollos apostaban entrar a la globalización bajo el criterio étnico, mientras las diseñadoras cholas emergentes de Gamarra apostaban por una total occidentalización de sus diseños, nada étnico, para entrar en competencia en el mercado nacional y mundial. Prueba de ellos fueron las señoritas modelos que desfilaron y que no tenían nada de cholas. Muy irónico porque en el evento sobre “Lo Cholo en el Perú” las modelos no eran cholas. A esto se suma la propuesta de las cholas diseñadoras totalmente occidentales. Esta empatía dialéctica es compleja porque los criollos se etnizan y los cholos se occidentalizan. Y el caso que engloba esta choledad al revés es la cholificación forzada de Víctor Humareda quien más pensaba en París que en su natal y ancestral Puno.
.
.
De igual manera en la Moda Chola, los diseñadores criollos apostaban entrar a la globalización bajo el criterio étnico, mientras las diseñadoras cholas emergentes de Gamarra apostaban por una total occidentalización de sus diseños, nada étnico, para entrar en competencia en el mercado nacional y mundial. Prueba de ellos fueron las señoritas modelos que desfilaron y que no tenían nada de cholas. Muy irónico porque en el evento sobre “Lo Cholo en el Perú” las modelos no eran cholas. A esto se suma la propuesta de las cholas diseñadoras totalmente occidentales. Esta empatía dialéctica es compleja porque los criollos se etnizan y los cholos se occidentalizan. Y el caso que engloba esta choledad al revés es la cholificación forzada de Víctor Humareda quien más pensaba en París que en su natal y ancestral Puno.
.
c) Primer fenómeno urbano no cholo
.
Ahora, existe una similitud en el año que nace Humareda, 1920, con el primer fenómeno urbano que no fue protagonizado por los cholos, antes de 1940. Este fenómeno refuto la tesis de Matos Mar quien señala que el primer proceso de urbanización de la ciudad se realizó en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, mi tesis plantea que el primer proceso o fenómeno urbano en Lima se dio en el contexto de la Primera Guerra Mundial. No hay primera sin segunda y viceversa. Y sucede a principios del Siglo XX en que el Perú logra equilibrar su situación económica y social luego de la derrota de la guerra del Pacífico, a finales del Siglo XIX, donde los chilenos detienen el primer intento de Modernización de la Ciudad. Este incial proceso de modernización fue impulsado por José Balta, se firma el contrato Dreyffus: se construyen importantes líneas de ferrocarriles y el contratista norteamericano Henry Meiggs derrumba en 1970 las murallas coloniales que cercaban Lima. La tarea de modernización de Lima, a causa de la guerra, se postergó hasta el siguiente siglo.
.
Luego del proceso de Reconstrucción Nacional (1884-1919) y en el contexto del fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1919), la capital continuó con la tarea pendiente de modernización y expansión urbana, ¿Pero sobre qué tipo de terrenos cumpliría Lima los mencionados objetivos? La respuesta es sobre los terrenos de “Lima Agrícola” conformado por las haciendas y fundos que rodeaba la ciudad amurallada, es decir, que la expansión urbana se realizaría sobre las zonas agrícolas del Valle Bajo del Río Rímac. A inicios del Siglo XX se mantenía intacta una "Lima Agrícola".
Ahora, existe una similitud en el año que nace Humareda, 1920, con el primer fenómeno urbano que no fue protagonizado por los cholos, antes de 1940. Este fenómeno refuto la tesis de Matos Mar quien señala que el primer proceso de urbanización de la ciudad se realizó en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. En cambio, mi tesis plantea que el primer proceso o fenómeno urbano en Lima se dio en el contexto de la Primera Guerra Mundial. No hay primera sin segunda y viceversa. Y sucede a principios del Siglo XX en que el Perú logra equilibrar su situación económica y social luego de la derrota de la guerra del Pacífico, a finales del Siglo XIX, donde los chilenos detienen el primer intento de Modernización de la Ciudad. Este incial proceso de modernización fue impulsado por José Balta, se firma el contrato Dreyffus: se construyen importantes líneas de ferrocarriles y el contratista norteamericano Henry Meiggs derrumba en 1970 las murallas coloniales que cercaban Lima. La tarea de modernización de Lima, a causa de la guerra, se postergó hasta el siguiente siglo.
.
Luego del proceso de Reconstrucción Nacional (1884-1919) y en el contexto del fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1919), la capital continuó con la tarea pendiente de modernización y expansión urbana, ¿Pero sobre qué tipo de terrenos cumpliría Lima los mencionados objetivos? La respuesta es sobre los terrenos de “Lima Agrícola” conformado por las haciendas y fundos que rodeaba la ciudad amurallada, es decir, que la expansión urbana se realizaría sobre las zonas agrícolas del Valle Bajo del Río Rímac. A inicios del Siglo XX se mantenía intacta una "Lima Agrícola".
.
Francisco Moreyra García Sayán, en un informe de 1904, señala que la ciudad de "Lima Agrícola" estaba constituida por setenta y cinco fundos y ciento quince haciendas de mediana o pequeña extensión, con un área de veinte mil hectáreas. Este fenómeno ausente de los estudios urbanos sobre Lima lo he denominado como el proceso de "urbanización de las haciendas del valle bajo del río Rímac". Los sectores criollos son los protagonista de la primer fenómeno urbano del siglo XX; el cual sería uno de los principales antecedente del segundo fenómeno urbano en 1940.
.
El primer “chorreo económico” del Siglo XX chorrea por las avenidas urbanizadoras Arequipa y Brasil que unen a la capital con Miraflores y Magdalena. No se puede negar que fue un fenómeno urbao: El “desborde hegemónico”. Este sigue la ruta de los actuales distritos hegemónicos de San Isidro, Miraflores, Surco, San Borja (donde está ubicado la moderna y occidental Biblioteca Nacional), La Molina, entre otros. En estas poblaciones hegemónicas viven las tías pitucas de Lima (según el esquesh de “las tías pitucas de La Molina” de los humoristas Carlos Álvarez y Jorge Benavides). Para la Comisión de la Verdad y Reconciliación, en el contexto de la guerra interna estas poblaciones urbanas y modernas (distritos hegemónicos) le dieron la espalda a las poblaciones más alejadas, pobres y marginadas del Perú profundo.
.
Por ello propongo analizar el periodo comprendido entre 1920 y 1940, una historia descrita por historiadores, pero no sistematizada como fenómeno social urbano. Desde la etnohistoria urbana analizo el pasado rural de Lima: el proceso de modernización del campo en ciudad. Saber la historia urbana de los criollos, quienes ahora son denominados urbanamente como los "pitucos".
.
El primer “chorreo económico” del Siglo XX chorrea por las avenidas urbanizadoras Arequipa y Brasil que unen a la capital con Miraflores y Magdalena. No se puede negar que fue un fenómeno urbao: El “desborde hegemónico”. Este sigue la ruta de los actuales distritos hegemónicos de San Isidro, Miraflores, Surco, San Borja (donde está ubicado la moderna y occidental Biblioteca Nacional), La Molina, entre otros. En estas poblaciones hegemónicas viven las tías pitucas de Lima (según el esquesh de “las tías pitucas de La Molina” de los humoristas Carlos Álvarez y Jorge Benavides). Para la Comisión de la Verdad y Reconciliación, en el contexto de la guerra interna estas poblaciones urbanas y modernas (distritos hegemónicos) le dieron la espalda a las poblaciones más alejadas, pobres y marginadas del Perú profundo.
.
Por ello propongo analizar el periodo comprendido entre 1920 y 1940, una historia descrita por historiadores, pero no sistematizada como fenómeno social urbano. Desde la etnohistoria urbana analizo el pasado rural de Lima: el proceso de modernización del campo en ciudad. Saber la historia urbana de los criollos, quienes ahora son denominados urbanamente como los "pitucos".
.
Por una parte, propongo volver a mirar el proceso de construcción de la ciudad desde la teoría poscolonial: donde se mantienen las relaciones de discriminación y racismo en Lima. Zonas pitucas vs zonas cholas. Por otra parte en el tema sobre Humareda niego la tesis de su choledad. Ahora falta la síntesis ¿qué es Humareda? ¿qué es lo cholo? ¿qué somos los peruanos? y ¿qué no queremos ser? Hay mucho por debatir y por hacer. En esto radica la importancia de la "Promesa Chola".