martes, 29 de junio de 2010

La vuvuzela ideológica



San Marcos se encuentra de moda otra vez, pero no por su fama de la Decana de América sino por su fama de violencia senderista. Todos tildan al otro como el culpable: el inútil rector, la oposición perdedora, la matonería aprista, los alumnos eternos, el fujimontesinismo, entre otros. Pero dejan de lado al verdadero culpable: la actual fiebre mundialista y, sobre todo, el fenómeno vuvuzela.

La vuvuzela especie de trompeta larga sudafricana que en el idioma zulú significa "meter ruido". Actualmente se ha popularizado en los sudafricanos quienes soplan el instrumento dando la sensación del ataque furioso de enjambres. Es un sonido atronador que tiene una ecuación social-deportiva directamente proporcional: mientras más ruido mejor.

La pregunta que realizarán mis estimados lectores es ¿Cuál es la relación de la inofensiva vuvuzela con los hechos del 14 de Junio en San Marcos? La respuesta es la “vuvuzela ideológica”. Las imágenes mostradas en Youtube de un conjunto de personas con banderas rojas gritando lemas como “queremos la libertad de los presos políticos (senderistas) del Perú” y “abajo la campaña negra contra los presos políticos del Perú” siguen la misma ecuación vuvuzelica: mientras más ruido mejor.

Ahora en los debates políticos no importa la lógica de los argumentos, la sustentación de tesis o la refutaciones sobre la visión de país, sino hacer más atronador el mensaje ideológico. Por este motivo los senderistas (facción acuerdista-gonzalista) con la denominación universitaria de Frente Democrático Estudiantil se pusieron en fila en la Facultad de Ciencias Sociales e hicieron sonar sus vuvuzelas ideológicas. No importa el debate, la controversia o la dialéctica de ideas para llegar a síntesis novedosas, sino hacer "Buuuuuuuuuu...th" de manera prolongada, potente y ensordecedora.

En las últimas semanas la vuvuzela ideológica también se verificó en la marcha de los estudiantes de San Marcos quines fueron al Congreso de la República. Fue una respuesta con  mayor cantidad de vuvuzelas humanas que hicieron más bulla para que la sociedad peruana escuche “somos estudiantes no somos terroristas”. Lo cual hace eco sin querer queriendo con los amarillistas medios de comunicación vuvuzélicos que estructuran, según Rocío Silva Santisteban, el “mito del terruco sanmarquino”.

Como todo mito es necesario desmantelar el discurso hegemónico de la Otredad Sanmarquina para encontrar las fisuras y argumentos que demuestren  lo contrario sin necesidad de acudir al fenómeno de la vuvuzela ideológica.

domingo, 6 de junio de 2010

El culto a la personalidad juvenil


Luego de un buen tiempo regresé al tema juvenil haciedo memoria de mis tiempos de rebeldía con causa. Pero no en calidad de joven sino de ciudadano juvenólogo. El Taller Nacional sobre Empleo Juvenil, Trabajo Decente y Sindicalización de las y los Jóvenes Trabajadores (as) fue un evento interesante que ofreció varios insumos analíticos para futuros artículos. Empezaré a reflexionar sobre la exposición de Alvarado Quispe Pérez, actual Secretario Nacional de la Juventud. 

Alvarado Quispe expuso sobre la participación juvenil en los ámbitos regional y local para mostrar que el Perú juvenil avanza. Lo que me llamó la atención no fue su discurso (tema de otra reflexión) sino la guía técnica que había repartido sobre la implementación de la institucionalidad juvenil en mencionados espacios. El documento tiene imágenes de jóvenes anónimos uniformados con el mismo formato de polos: la juventud masa. Pero en la pagina 22 de la guía se muestra la imagen mesiánica de Alvarado Quispe con ademanes de liderazgo juvenil. Él se encuentra haciendo un discurso bajo el amparo o mejor dicho la mano de Alan García: el padre todo poderoso.
A la hora de las preguntas le hice un comentario sobre la guía en cuestión enfatizando su fotografía. Mencione que el culto a la personalidad” es un problema que afecta a la participación ciudadana. Y que las imágenes del documento produce el culto a su personalidad quien guía a las masas juveniles. “¿Usted qué opina?”, le pregunté. Él me respondió: “Yo no hago culto a mi personalidad, capaz usted sí”. Lamentablemente en la dinámica del taller no hubo espacio para la réplica, pero aprovecho este medio para decir lo siguiente:

En la hipótesis que yo haga culto a mi personalidad lo realizo con mi dinero, el cual gano con el fruto de mi trabajo. Pero usted lo hace con el dinero de los peruanos o a través de la cooperación técnica internacional (Fondo de Población de las Naciones Unidas). La guía para la implementación de espacios de participación juvenil en los ámbitos regional y local es de buena calidad en papel, imagen y diseño con un tiraje de 1,700 ejemplares. Todo un manjar político.

Bajo la filosofía de Alan García “en política no hay que ser ingenuos” veo que la foto de Alvarado Quispe no tiene nada de ingenua. Como buen animal político (Aristóteles) hace un faenón de su imagen el cual será distribuido a nivel nacional. El perfecto marketing político para las futuras contiendas electorales a nivel local, regional y nacional. Por eso dicen que el marketing personal no tiene límites.

El culto a la personalidad que muestra la cuestionada fotografía construye el camino de la tercera espada del Apra: Haya de la Torre, Alan García y Alvarado Quispe. No es neutral ni casual la imagen del joven aprista quien es el responsable en la publicación de la guía en cuestión. De todas las fotos que le han tomado en su corta carrera pública, él eligió la que más le conviene para su imagen política. El mensaje a manera de hipótesis pueder ser: "sólo Alvarado salvará a la juventud. Dejando de lado toda una historia de participación ciudadana en donde miles de jóvenes salieron a prostestar a las calles en contra la dictadura de Fujimori. Luego se profundizó el debate de las Políticas Públicas de Juventud en la Sociedad Cilvil. Como parte de los resultados surgió el PROMEJ, CAJU PERÚ, CONAJU, entre otros....hasta el actual CENAJU. 

Bien que el Secretario Nacional de la Juventud quiera mostrar su liderazgo hacia los peruanos con el resultado de su trabajo. Pero no con el dinero que administra el Estado. Ahora la pregunta es ¿Qué hacemos como Sociedad Civil? ¿La vigilancia ciudadana es pura letra muerta? y ¿seremos testigos de otro tiraje de 1,700 ejemplares en beneficio al culto a la personalidad juvenil?