En primer lugar debo adelantar los agradecimientos respectivos a los organizadores del presente evento, el cual nos convoca, en calidad de ciudadanos libres, a la reflexión sobre los problemas políticos e ideológicos que vive el país en los tiempos postmodernos. He titulado mi ponencia “Ladridos Ideológicos: estructura, vigencia y función del pensamiento Hayista en el Perú de hoy”, el cual tiene como objetivo provocar la polémica y el debate sobre la vigencia de la ideología política de Víctor Raúl Haya de la Torre en el actual proceso de globalización.
Antes de entrar a la ponencia debo hacer un ejercicio de memoria para señalar que es la segunda vez que participo en un evento aprista para un público mayoritariamente aprista. El año pasado fue invitado para hacer un balance sobre la gestión del primer año de gobierno del partido aprista donde compartí la mesa con el periodista Cesar Campos y el abogado Miguel Facundo. Ese día 24 de Agosto empecé mi ponencia con una doble y sincera confesión: “en primer lugar, no tengo la suerte de ser aprista, de ser parte de su histórica tradición política, de su postura ideológica para alcanzar el objetivo de un país con justicia social; en segundo lugar, sí tengo la suerte de no ser aprista porque me permite tener una distancia subjetiva de la militancia aprista en donde “manda capitán no manda marinero”. Entonces como libre analista cultural tengo la oportunidad de generar un conjunto de reflexiones e insumos para acércanos a la verdad por medio del debate.
Ideología y poder
Utilizo la metáfora de “ladridos ideológicos” para mostrar que las ideologías siguen vivitas y coleando, es decir, continúan enfrentándose en el espacio público por imponer sus grandes ideales en la sociedad global. Las ideologías no habían muerto como lo había anunciado por Francis Fukuyama en su libro Fin de la Historia y el Ultimo Hombre en que señala que la caída del Muro de Berlín marcaba el fin de la Guerra Fría (periodo histórico universal en que se enfrenaron dos ideologías antagónicas y hegemónicas: el socialismo y el liberalismo) y, por ende, de las ideologías. En la misma lógica Samuel Huntington señaló que luego del agotamiento político de la “Guerra de las Ideologías” quedaba pendiente en la agenda mundial la “Guerra de las Civilizaciones”, por ejemplo la cultura occidente vs la cultura Medio Oriente (Mulsumanes).
A mi parecer las ideologías siguen vigentes y ladrando, como hegemónicas y subalternas, porque en las organizaciones y/o instituciones sociales, económicas, políticas y culturales del mundo existen las relaciones de poder. El poder en las relaciones sociales existirá hasta el fin de la especie humana. Entonces la ideología y el poder son las dos caras de la misma moneda, la cual está lanzada en el aire de la arena política donde todos los actores sociales están involucrados conciente o inconscientemente. Como una vez dijo Susana Villarán, candidata a la presidencia del PDS: “o haces política o te la hacen”. Irónicamente luego de las últimas elecciones presidenciales a Susana se la hicieron políticamente.
Ahora es necesario explicar los principales conceptos y/o términos con los que elaboraré mi ponencia para evitar varias interpretaciones que desvíen la intención de mi objetivo analítico. Es menester preguntar: ¿Qué es una ideología política? ¿Cómo esta estructurada la ideología? y ¿Cuál es su función social? Empiezo a responder con el aporte de Herbert McClosky, quien señala que la ideología política viene a ser: “Sistema de creencias explícitas, integradas y coherentes, que justifican el ejercicio del poder, explican y juzgan los acontecimientos históricos, identifican lo que esta bien y lo que está mal en política, definen las relaciones entre política y otros campos de actividad y suministran una guía para la acción”
Esta descripción es bastante ilustrativa para entender las diversas ideologías políticas como la socialista, la liberal, la anarquista, socialdemócrata, entre otros. Y, sobre todo, el pensamiento político ideológico de Víctor Raúl Haya de la Torre, que según Hugo Neira fue el presidente moral del Perú, el presidente sin banda, en Haya se origina en el brillo intelectual y en una vida de luchador social que no dejó nadie indiferente.
Estructura del pensamiento Hayista
Para responder las otras preguntas utilizaré el aporte de Javier Esquivel quien analiza la estructura y función de la ideología. Según el autor la ideología es un discurso que esta conformada por tres partes o enunciados estrechamente relacionados entre sí. La primera, es el enunciado descriptivo o cognitivo; segundo, el enunciado valorativo o axiológico; tercero, el enunciado prescriptito o normativo.
1.- El enunciado descriptivo o cognitivo es la forma como la ideología narra la naturaleza, la sociedad y el hombre. Es la manera de conocer la realidad. La ideología describe la situación política, económica y cultural de una determinada sociedad. Según Javier Esquivel de esta manera la ideología informa a la gente sobre la existencia de necesidades o intereses que están en juego en la escena política, por ejemplo la propiedad privada, la explotación, desarrollo económico, el libre mercado, entre otros.
¿Cuál era la realidad nacional que conoce Haya de la Torre? Para graficar ese periodo utilizo el aporte del sociólogo Sinesio López quien no es aprista, pero que coincide con esa visión hegemónica de la sociedad peruana a principios del siglo pasado. El Perú para Silesio era una sociedad de señores, campesinos indígenas y Estado Oligárquico, el cual era administrado por los criollos quienes ejercían la exclusión racial y étnica donde las relaciones de poder se basaron sobre el estatus, la cuna y el apellido. En el “Estado Oligárquico” no existió el interés de formar una comunidad política nacional, pero irónicamente si tenía interés de articularse con el mundo moderno por medio del carácter primario-exportador de la economía peruana. El APRA surge en el gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930) quien abrió las puertas del país a las inversiones norteamericanas. Haya de la Torre denominó esta forma de penetración del capital extranjero como Imperialismo Yanqui, el cual es una forma de dominación económica y política sobre las naciones de América Latina: Indoamérica. De esta manera se comienza a describir en su pensamiento ideológico la realidad social y económica del Perú, América Latina y el mundo.
2.- Enunciado valorativo o axiológico esta parte hace resaltar en la ideología la presencia de los valores en la sociedad. Existe una jerarquía de valores que divide la realidad descripta o conocida entre bueno, malo, digno, indigno. Con estos valores se pretende, según Javier Esquivel, orientar la acción la acción humana hacia fines nobles y humanistas. En esta parte se limitan los fines ideales como la libertad, la igualdad, el amor, es decir, se plantan los grandes ideales que guían la acción.
En el pensamiento político de Haya es negativo la dominación que ejercía el Imperialismo Yanqui porque en sus inversiones existen relaciones de explotación. El indígena es el más desfavorecido porque su mano de obra barata para el beneficio de los capitales invertidos. Haya señala “El imperialismo, pues, trae consigo un nuevo y grandísimo peligro para nuestros indígenas. La alianza del gamonal nacional con el invasor económico extranjero, apuntala el poder de la clase dominante y pesa doblemente sobre los trabajadores”. De esta manera Haya comienza a graficar a los actores buenos y malos de la película ideológica. El gran ideal que plantea Haya es la emancipación de América Latina. De esta manera aparece el indoamericanismo que es la génesis del nacionalismo continental del Siglo XX.
3.- Enunciado prescriptito o normativo es la parte en que se elabora el guión a seguir, es decir, donde se encausa la acción. Una vez que se conoce la realidad y se plantean los ideales es necesario establecer normas o prescripciones para saber lo que se debe hacer. Según Javier Esquivel se hace explícito las reglas prácticas de cómo organizarse para asumir las estrategias necesarias para alcanzar los grandes ideales. Se planeta el camino por medio de programas políticos para adquirir el poder en la sociedad.
El inicial programa del APRA señalaba los siguientes puntos normativos de su acción política a nivel continental: a) Acción contra el imperialismo yanqui; b) Por la unidad política de América Latina; c) Por la nacionalización de las tierras; d) Por la internacionalización del canal de Panamá; d) Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo. Existe una jerarquía y orden porque el APRA es a nivel continental y el PAP (Partido Aprista Peruano) a nivel nacional. Para lograr esos objetivos es necesaria la formación del Frente Único de Trabajadores Manuales e intelectuales. Haya de la Torre plantea la tesis del peligro mayor para formar la mencionada alianza por medio de la imagen de la riña de lobos. Una vez producida la riña hay que estar detrás de los lobos que ataquen al más fiero: el lobo más peligroso es el imperialismo yanqui.
De esta manera se construye un bloque discursivo ideológico que tiene una coherencia entre la forma de describir la realidad, los valores que existen en ella y, sobre todo, los programas generales de acción para alcanzar los fines propuestos. El socialismo y el liberalismo tienen la misma estructura pero varían porque tienen diferentes formas de describir la realidad, de imponer valores e ideales e imponer normas. De igual manera Haya de la Torre elaboró con la misma estructura ideológica su pensamiento político sobre el Perú y América Latina con otros elementos discursivos teóricos y programáticos que pueden ser analizados en otra ponencia o ser ampliado en una futura investigación. Ahora reflexionaré si el pensamiento ideológico Hayista tiene vigencia en el Perú de Hoy.
La paradoja Haya en el Perú de hoy
Mi hipótesis central consiste en afirmar que el pensamiento de Haya de la Torre es una ideología subalterna en la historia política del Perú. Subalterno porque representó a los grupos dominados y, sobre todo, porque se enfrentó, sin vacilaciones, contra los grupos hegemónicos del Estado Oligárquico. En esta lógica la ideología política aprista tiene absoluta vigencia en los sectores que resisten contra el actual sistema hegemónico neoliberal. Lo irónico del asunto es que estos sectores subalternos de resistencia están conformados por apristas hayistas y por los radicales anti-apristas progresistas de izquierda. Lo común de ambos es que son los “perros del hortelano” porque están en contra de la penetración de capitales imperialistas, es decir, de las inversiones extranjeras que invaden la soberanía nacional. En la historia del pensamiento político en el Perú Haya de la Torre es el primer “perro del hortelano”, incluso antes que José Carlos Mariategui porque el APRA se fundo antes que el Partido Socialista Peruano.
Alan García por medio de su artículo el síndrome del Perro del Hortelano hace un llamado ideológico a la nación sobre el peligro de los sectores progresistas y de izquierda que rechazan políticamente el modelo neoliberal. Un ladrido de la derecha hacia los “perros del hortelanos” para que coman y dejen comer a las trasnacionales para que inviertan capitales en las tierras ociosas y, de esta manera, generar riqueza. El Estado peruano debe dejar hacer por medio de la política de concesiones para incentivar la inversión de capitales extranjeros.
Las últimas declaraciones de Lourdes Flores, la candidata de los ricos, son irónicamente ciertas al decir que Alan García es el presidente de los ricos. El Perú avanza siguiendo la hoja de ruta neoliberal de los gobiernos de Alberto Fujimori y Alejandro Toledo. La cadena viciosa es la siguiente: el gobierno de Toledo es un fujimorismo económico sin fujimori; el gobierno aprista es un toledismo económico sin Toledo. No es gratis que Alan García haya firmado el TLC con el imperialismo yanqui.
La vigencia del pensamiento de Haya de la Torre lo encontré el pasado 9 de Julio en el paro nacional convocado por los gremios sindicales y organizaciones sociales que resisten contre el sistema neoliberal defendido por el gobierno APRISTA. Los líderes progresistas de izquierda hablaban de la defensa de la soberanía y economía del pueblo peruano en contra de los credos de la libre competencia. En la plaza Dos de Mayo se encontraba empíricamente el Frente Único de trabajadores manuales e Intelectuales porque se juntaron los estudiantes, campesinos, proletariado y clases medias de ONGs. Todos unidos contra el peligro mayor: el sistema neoliberal.
El pensamiento de hayista sigue vigente porque cumple dos funciones sociales, algo que denominaré la “paradoja Haya”: por un lado ofrece resistencia subalterna contra el sistema hegemónico y, por otro, es cómplice de la hegemonía neoliberal. Para los apristas subalternos (hayistas) hablar de su fundador significa el máximo ideal del político de confrontación contra el imperialismo yanqui para la emancipación continental. Mientras que para los “apristas cómplices” de la hegemonía neoliberal (apristas alanistas) hablar de Haya de la Torre significa luchar por los más pobres. Mucha atención de este sutil cambio en la jerarquía de valores en la ideológica hayista producto del alanismo.
Existe un cambio en la ecuación ideológica hayista en la jerarquía de valores porque la prioridad, ahora, es luchar contra la pobreza, sin importar los medios, como el actual sistema económico neoliberal. El Perú avanza con el mismo carácter primario exportador del antiguo Estado Oligárquico. Como se puede observar se deja de lado la cultura confrontacional contra el pez grande: el imperialismo yanqui. Por este motivo, no es lo mismo luchar contra la pobreza que luchar en contra de la subalternidad. Este último concepto se refiere a la condición de dominio en términos de clase social, género, generación, etnias, entre otros. En la subalternidad existe marginación y exclusión, pero también resistencia contra los grupos hegemónicos.
Entonces la unión de los subalternos conforma el Frente Único para lograr la emancipación de la soberanía nacional y continental. Pero actualmente en nombre de la vigencia de Haya de la Torre todo se ha focalizado la lucha en los pobres obviando la causa histórica de su condición subalterna. Como dijo Alan García en su discurso del 28 de Julio del presente año: “El Perú debe hacer avanzar a los más pobres”. En pocas palabras se lucha contra la pobreza para legitimar la condición de subalternad de los excluidos dentro del sistema hegemónico neoliberal. Imaginemos que el actual partido aprista en vez de luchar contra la pobreza, luchará contra la subalternidad, entonces volvería a su esencia revolucionaria de principios del siglo XX, que luego los apristas rebeldes (liderados por Luís de la Puente Uceda) en los años sesentas quienes se enfrentaron, por medio de la estrategia guerrillera, contra el Estado hegemónico oligárquico.
Finalmente, Haya sigue vivo en la memoria de los apristas, su pensamiento sigue vigente en dos sentidos de acuerdo a los intereses del juego político partidario. Por el lado subalterno el pensamiento hayista es sinónimo de confrontación y resistencia contra el sistema hegemónico con la pasión política representada en la letra de su himno que dice: “¡Apristas a luchar! ¡Unidos a Vencer¡ Fervor, acción, hasta triunfar, nuestra revolución! En cambio, por el lado hegemónico el pensamiento hayista se reestructura a imagen y semejanza de la agenda política global neoliberal, es decir, se cambia la jerarquía de valores y la prioridad política. Antes se enfatizó la luchaba contra el imperialismo, ahora se focaliza la lucha contra la pobreza. Es decir, se enfrenta contra la consecuencia del sistema hegemónico, el cual se defiende por medio del Síndrome del Perro del Hortelano. Se es solidario con los pobres y oprimidos del Perú, pero también con las inversiones capitalistas. Esta es la paradoja de la vigencia del pensamiento hayista en el Partido Aprista en el Perú de hoy. Algo para pensar y reflexionar.
Antes de entrar a la ponencia debo hacer un ejercicio de memoria para señalar que es la segunda vez que participo en un evento aprista para un público mayoritariamente aprista. El año pasado fue invitado para hacer un balance sobre la gestión del primer año de gobierno del partido aprista donde compartí la mesa con el periodista Cesar Campos y el abogado Miguel Facundo. Ese día 24 de Agosto empecé mi ponencia con una doble y sincera confesión: “en primer lugar, no tengo la suerte de ser aprista, de ser parte de su histórica tradición política, de su postura ideológica para alcanzar el objetivo de un país con justicia social; en segundo lugar, sí tengo la suerte de no ser aprista porque me permite tener una distancia subjetiva de la militancia aprista en donde “manda capitán no manda marinero”. Entonces como libre analista cultural tengo la oportunidad de generar un conjunto de reflexiones e insumos para acércanos a la verdad por medio del debate.
Ideología y poder
Utilizo la metáfora de “ladridos ideológicos” para mostrar que las ideologías siguen vivitas y coleando, es decir, continúan enfrentándose en el espacio público por imponer sus grandes ideales en la sociedad global. Las ideologías no habían muerto como lo había anunciado por Francis Fukuyama en su libro Fin de la Historia y el Ultimo Hombre en que señala que la caída del Muro de Berlín marcaba el fin de la Guerra Fría (periodo histórico universal en que se enfrenaron dos ideologías antagónicas y hegemónicas: el socialismo y el liberalismo) y, por ende, de las ideologías. En la misma lógica Samuel Huntington señaló que luego del agotamiento político de la “Guerra de las Ideologías” quedaba pendiente en la agenda mundial la “Guerra de las Civilizaciones”, por ejemplo la cultura occidente vs la cultura Medio Oriente (Mulsumanes).
A mi parecer las ideologías siguen vigentes y ladrando, como hegemónicas y subalternas, porque en las organizaciones y/o instituciones sociales, económicas, políticas y culturales del mundo existen las relaciones de poder. El poder en las relaciones sociales existirá hasta el fin de la especie humana. Entonces la ideología y el poder son las dos caras de la misma moneda, la cual está lanzada en el aire de la arena política donde todos los actores sociales están involucrados conciente o inconscientemente. Como una vez dijo Susana Villarán, candidata a la presidencia del PDS: “o haces política o te la hacen”. Irónicamente luego de las últimas elecciones presidenciales a Susana se la hicieron políticamente.
Ahora es necesario explicar los principales conceptos y/o términos con los que elaboraré mi ponencia para evitar varias interpretaciones que desvíen la intención de mi objetivo analítico. Es menester preguntar: ¿Qué es una ideología política? ¿Cómo esta estructurada la ideología? y ¿Cuál es su función social? Empiezo a responder con el aporte de Herbert McClosky, quien señala que la ideología política viene a ser: “Sistema de creencias explícitas, integradas y coherentes, que justifican el ejercicio del poder, explican y juzgan los acontecimientos históricos, identifican lo que esta bien y lo que está mal en política, definen las relaciones entre política y otros campos de actividad y suministran una guía para la acción”
Esta descripción es bastante ilustrativa para entender las diversas ideologías políticas como la socialista, la liberal, la anarquista, socialdemócrata, entre otros. Y, sobre todo, el pensamiento político ideológico de Víctor Raúl Haya de la Torre, que según Hugo Neira fue el presidente moral del Perú, el presidente sin banda, en Haya se origina en el brillo intelectual y en una vida de luchador social que no dejó nadie indiferente.
Estructura del pensamiento Hayista
Para responder las otras preguntas utilizaré el aporte de Javier Esquivel quien analiza la estructura y función de la ideología. Según el autor la ideología es un discurso que esta conformada por tres partes o enunciados estrechamente relacionados entre sí. La primera, es el enunciado descriptivo o cognitivo; segundo, el enunciado valorativo o axiológico; tercero, el enunciado prescriptito o normativo.
1.- El enunciado descriptivo o cognitivo es la forma como la ideología narra la naturaleza, la sociedad y el hombre. Es la manera de conocer la realidad. La ideología describe la situación política, económica y cultural de una determinada sociedad. Según Javier Esquivel de esta manera la ideología informa a la gente sobre la existencia de necesidades o intereses que están en juego en la escena política, por ejemplo la propiedad privada, la explotación, desarrollo económico, el libre mercado, entre otros.
¿Cuál era la realidad nacional que conoce Haya de la Torre? Para graficar ese periodo utilizo el aporte del sociólogo Sinesio López quien no es aprista, pero que coincide con esa visión hegemónica de la sociedad peruana a principios del siglo pasado. El Perú para Silesio era una sociedad de señores, campesinos indígenas y Estado Oligárquico, el cual era administrado por los criollos quienes ejercían la exclusión racial y étnica donde las relaciones de poder se basaron sobre el estatus, la cuna y el apellido. En el “Estado Oligárquico” no existió el interés de formar una comunidad política nacional, pero irónicamente si tenía interés de articularse con el mundo moderno por medio del carácter primario-exportador de la economía peruana. El APRA surge en el gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930) quien abrió las puertas del país a las inversiones norteamericanas. Haya de la Torre denominó esta forma de penetración del capital extranjero como Imperialismo Yanqui, el cual es una forma de dominación económica y política sobre las naciones de América Latina: Indoamérica. De esta manera se comienza a describir en su pensamiento ideológico la realidad social y económica del Perú, América Latina y el mundo.
2.- Enunciado valorativo o axiológico esta parte hace resaltar en la ideología la presencia de los valores en la sociedad. Existe una jerarquía de valores que divide la realidad descripta o conocida entre bueno, malo, digno, indigno. Con estos valores se pretende, según Javier Esquivel, orientar la acción la acción humana hacia fines nobles y humanistas. En esta parte se limitan los fines ideales como la libertad, la igualdad, el amor, es decir, se plantan los grandes ideales que guían la acción.
En el pensamiento político de Haya es negativo la dominación que ejercía el Imperialismo Yanqui porque en sus inversiones existen relaciones de explotación. El indígena es el más desfavorecido porque su mano de obra barata para el beneficio de los capitales invertidos. Haya señala “El imperialismo, pues, trae consigo un nuevo y grandísimo peligro para nuestros indígenas. La alianza del gamonal nacional con el invasor económico extranjero, apuntala el poder de la clase dominante y pesa doblemente sobre los trabajadores”. De esta manera Haya comienza a graficar a los actores buenos y malos de la película ideológica. El gran ideal que plantea Haya es la emancipación de América Latina. De esta manera aparece el indoamericanismo que es la génesis del nacionalismo continental del Siglo XX.
3.- Enunciado prescriptito o normativo es la parte en que se elabora el guión a seguir, es decir, donde se encausa la acción. Una vez que se conoce la realidad y se plantean los ideales es necesario establecer normas o prescripciones para saber lo que se debe hacer. Según Javier Esquivel se hace explícito las reglas prácticas de cómo organizarse para asumir las estrategias necesarias para alcanzar los grandes ideales. Se planeta el camino por medio de programas políticos para adquirir el poder en la sociedad.
El inicial programa del APRA señalaba los siguientes puntos normativos de su acción política a nivel continental: a) Acción contra el imperialismo yanqui; b) Por la unidad política de América Latina; c) Por la nacionalización de las tierras; d) Por la internacionalización del canal de Panamá; d) Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo. Existe una jerarquía y orden porque el APRA es a nivel continental y el PAP (Partido Aprista Peruano) a nivel nacional. Para lograr esos objetivos es necesaria la formación del Frente Único de Trabajadores Manuales e intelectuales. Haya de la Torre plantea la tesis del peligro mayor para formar la mencionada alianza por medio de la imagen de la riña de lobos. Una vez producida la riña hay que estar detrás de los lobos que ataquen al más fiero: el lobo más peligroso es el imperialismo yanqui.
De esta manera se construye un bloque discursivo ideológico que tiene una coherencia entre la forma de describir la realidad, los valores que existen en ella y, sobre todo, los programas generales de acción para alcanzar los fines propuestos. El socialismo y el liberalismo tienen la misma estructura pero varían porque tienen diferentes formas de describir la realidad, de imponer valores e ideales e imponer normas. De igual manera Haya de la Torre elaboró con la misma estructura ideológica su pensamiento político sobre el Perú y América Latina con otros elementos discursivos teóricos y programáticos que pueden ser analizados en otra ponencia o ser ampliado en una futura investigación. Ahora reflexionaré si el pensamiento ideológico Hayista tiene vigencia en el Perú de Hoy.
La paradoja Haya en el Perú de hoy
Mi hipótesis central consiste en afirmar que el pensamiento de Haya de la Torre es una ideología subalterna en la historia política del Perú. Subalterno porque representó a los grupos dominados y, sobre todo, porque se enfrentó, sin vacilaciones, contra los grupos hegemónicos del Estado Oligárquico. En esta lógica la ideología política aprista tiene absoluta vigencia en los sectores que resisten contra el actual sistema hegemónico neoliberal. Lo irónico del asunto es que estos sectores subalternos de resistencia están conformados por apristas hayistas y por los radicales anti-apristas progresistas de izquierda. Lo común de ambos es que son los “perros del hortelano” porque están en contra de la penetración de capitales imperialistas, es decir, de las inversiones extranjeras que invaden la soberanía nacional. En la historia del pensamiento político en el Perú Haya de la Torre es el primer “perro del hortelano”, incluso antes que José Carlos Mariategui porque el APRA se fundo antes que el Partido Socialista Peruano.
Alan García por medio de su artículo el síndrome del Perro del Hortelano hace un llamado ideológico a la nación sobre el peligro de los sectores progresistas y de izquierda que rechazan políticamente el modelo neoliberal. Un ladrido de la derecha hacia los “perros del hortelanos” para que coman y dejen comer a las trasnacionales para que inviertan capitales en las tierras ociosas y, de esta manera, generar riqueza. El Estado peruano debe dejar hacer por medio de la política de concesiones para incentivar la inversión de capitales extranjeros.
Las últimas declaraciones de Lourdes Flores, la candidata de los ricos, son irónicamente ciertas al decir que Alan García es el presidente de los ricos. El Perú avanza siguiendo la hoja de ruta neoliberal de los gobiernos de Alberto Fujimori y Alejandro Toledo. La cadena viciosa es la siguiente: el gobierno de Toledo es un fujimorismo económico sin fujimori; el gobierno aprista es un toledismo económico sin Toledo. No es gratis que Alan García haya firmado el TLC con el imperialismo yanqui.
La vigencia del pensamiento de Haya de la Torre lo encontré el pasado 9 de Julio en el paro nacional convocado por los gremios sindicales y organizaciones sociales que resisten contre el sistema neoliberal defendido por el gobierno APRISTA. Los líderes progresistas de izquierda hablaban de la defensa de la soberanía y economía del pueblo peruano en contra de los credos de la libre competencia. En la plaza Dos de Mayo se encontraba empíricamente el Frente Único de trabajadores manuales e Intelectuales porque se juntaron los estudiantes, campesinos, proletariado y clases medias de ONGs. Todos unidos contra el peligro mayor: el sistema neoliberal.
El pensamiento de hayista sigue vigente porque cumple dos funciones sociales, algo que denominaré la “paradoja Haya”: por un lado ofrece resistencia subalterna contra el sistema hegemónico y, por otro, es cómplice de la hegemonía neoliberal. Para los apristas subalternos (hayistas) hablar de su fundador significa el máximo ideal del político de confrontación contra el imperialismo yanqui para la emancipación continental. Mientras que para los “apristas cómplices” de la hegemonía neoliberal (apristas alanistas) hablar de Haya de la Torre significa luchar por los más pobres. Mucha atención de este sutil cambio en la jerarquía de valores en la ideológica hayista producto del alanismo.
Existe un cambio en la ecuación ideológica hayista en la jerarquía de valores porque la prioridad, ahora, es luchar contra la pobreza, sin importar los medios, como el actual sistema económico neoliberal. El Perú avanza con el mismo carácter primario exportador del antiguo Estado Oligárquico. Como se puede observar se deja de lado la cultura confrontacional contra el pez grande: el imperialismo yanqui. Por este motivo, no es lo mismo luchar contra la pobreza que luchar en contra de la subalternidad. Este último concepto se refiere a la condición de dominio en términos de clase social, género, generación, etnias, entre otros. En la subalternidad existe marginación y exclusión, pero también resistencia contra los grupos hegemónicos.
Entonces la unión de los subalternos conforma el Frente Único para lograr la emancipación de la soberanía nacional y continental. Pero actualmente en nombre de la vigencia de Haya de la Torre todo se ha focalizado la lucha en los pobres obviando la causa histórica de su condición subalterna. Como dijo Alan García en su discurso del 28 de Julio del presente año: “El Perú debe hacer avanzar a los más pobres”. En pocas palabras se lucha contra la pobreza para legitimar la condición de subalternad de los excluidos dentro del sistema hegemónico neoliberal. Imaginemos que el actual partido aprista en vez de luchar contra la pobreza, luchará contra la subalternidad, entonces volvería a su esencia revolucionaria de principios del siglo XX, que luego los apristas rebeldes (liderados por Luís de la Puente Uceda) en los años sesentas quienes se enfrentaron, por medio de la estrategia guerrillera, contra el Estado hegemónico oligárquico.
Finalmente, Haya sigue vivo en la memoria de los apristas, su pensamiento sigue vigente en dos sentidos de acuerdo a los intereses del juego político partidario. Por el lado subalterno el pensamiento hayista es sinónimo de confrontación y resistencia contra el sistema hegemónico con la pasión política representada en la letra de su himno que dice: “¡Apristas a luchar! ¡Unidos a Vencer¡ Fervor, acción, hasta triunfar, nuestra revolución! En cambio, por el lado hegemónico el pensamiento hayista se reestructura a imagen y semejanza de la agenda política global neoliberal, es decir, se cambia la jerarquía de valores y la prioridad política. Antes se enfatizó la luchaba contra el imperialismo, ahora se focaliza la lucha contra la pobreza. Es decir, se enfrenta contra la consecuencia del sistema hegemónico, el cual se defiende por medio del Síndrome del Perro del Hortelano. Se es solidario con los pobres y oprimidos del Perú, pero también con las inversiones capitalistas. Esta es la paradoja de la vigencia del pensamiento hayista en el Partido Aprista en el Perú de hoy. Algo para pensar y reflexionar.