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“No hay peor machista que un anti-machista”, fue la conclusión del evento de Masculinidades que se realizó el pasado martes en el Centro Cultural España (coorganizado por el Grupo Impulsor contra el racismo, Proyecto Macho y el colectivo Magenta). En las tres intervenciones los conferencistas construyeron una radical Otredad en torno al machismo: ¿Qué es ser machista?, todo lo asociado a lo autoritario, lo prepotente, lo abusivo, lo jerárquicamente superior a las mujeres y LGTB. El machista es el Otro: el malo de la película.
En la tercera intervención se dieron los resultados de un taller de género a jóvenes en Ayacucho, donde el presidente Alan García fue tomado como paradigma del machista al no ser democrático y por su tendencia a dictador. Pero irónicamente se le rescato su lado no machista: al ser galán y cortés con las mujeres.
La moraleja del evento sobre masculinidades fue que ser machista es negativo para la sociedad. Lo machista difiere de la equidad de género. Lo anti-machista es el nuevo rumbo del hombre nuevo. Algo con lo cual difiero radicalmente.
Los anti-machistas me hacen recordar a la película la Bella y la Bestia donde existe un esteriotipo del machista arrepentido. El papel de la bestia ejemplifica al esteriotipo del feroz machista que no sabe tratar a una dama ni a los demás. Son los sirvientes de la Bestia quienes, a lo largo de la película, les dan una serie de consejos para que deje su lado machista y bestia, tipo manual de Carreño, para que se guíe por las buenas costumbres de la cortesía.
Entonces, cuando la bestia se convierte en cortes es donde comienza a ganarse el aprecio de la bella y luego su amor. La misma formula es planteado por los anti-machistas quienes ven como solución a la inequidad de género trasformar a la bestia que, en términos de masculinidades, todos los hombres autoritarios llevan por dentro.
Lo que no saben los anti-bestias es que “lo cortés no quita lo valiente y tampoco lo machista”. Es decir obvian la diversidad de identidades que existe en el machismo. Algo más allá que ser una bestia peluda. Como es el caso del “machismo cortés” que es un tipo de machista no autoritario ni brutal ausente de violencia. Es una opción o estilo de vida masculina donde existe el respeto y la equidad de género. El machismo cortes no es propio de las relaciones heterosexuales, sino también existen en las relaciones de LGTB.
El problema surge cuando se construye la Otredad Machista donde todos los machistas son iguales. Y por ende la propuesta de solución es fantasmática: muerte al machismo. Pero lo que no saben los anti-machistas es que muerto el machismo, que viva el machista: el machista cortes.
Irónicamente en el evento de masculinidades lo que no se analizo fue el concepto de machista. Por esta razón la conclusión de las tres intervenciones fue que “No hay peor machista que un anti-machista”. En la mencionada película de Disney la bestia dejó de ser bestia pero continúo siendo machista cortés.
En la tercera intervención se dieron los resultados de un taller de género a jóvenes en Ayacucho, donde el presidente Alan García fue tomado como paradigma del machista al no ser democrático y por su tendencia a dictador. Pero irónicamente se le rescato su lado no machista: al ser galán y cortés con las mujeres.
La moraleja del evento sobre masculinidades fue que ser machista es negativo para la sociedad. Lo machista difiere de la equidad de género. Lo anti-machista es el nuevo rumbo del hombre nuevo. Algo con lo cual difiero radicalmente.
Los anti-machistas me hacen recordar a la película la Bella y la Bestia donde existe un esteriotipo del machista arrepentido. El papel de la bestia ejemplifica al esteriotipo del feroz machista que no sabe tratar a una dama ni a los demás. Son los sirvientes de la Bestia quienes, a lo largo de la película, les dan una serie de consejos para que deje su lado machista y bestia, tipo manual de Carreño, para que se guíe por las buenas costumbres de la cortesía.
Entonces, cuando la bestia se convierte en cortes es donde comienza a ganarse el aprecio de la bella y luego su amor. La misma formula es planteado por los anti-machistas quienes ven como solución a la inequidad de género trasformar a la bestia que, en términos de masculinidades, todos los hombres autoritarios llevan por dentro.
Lo que no saben los anti-bestias es que “lo cortés no quita lo valiente y tampoco lo machista”. Es decir obvian la diversidad de identidades que existe en el machismo. Algo más allá que ser una bestia peluda. Como es el caso del “machismo cortés” que es un tipo de machista no autoritario ni brutal ausente de violencia. Es una opción o estilo de vida masculina donde existe el respeto y la equidad de género. El machismo cortes no es propio de las relaciones heterosexuales, sino también existen en las relaciones de LGTB.
El problema surge cuando se construye la Otredad Machista donde todos los machistas son iguales. Y por ende la propuesta de solución es fantasmática: muerte al machismo. Pero lo que no saben los anti-machistas es que muerto el machismo, que viva el machista: el machista cortes.
Irónicamente en el evento de masculinidades lo que no se analizo fue el concepto de machista. Por esta razón la conclusión de las tres intervenciones fue que “No hay peor machista que un anti-machista”. En la mencionada película de Disney la bestia dejó de ser bestia pero continúo siendo machista cortés.
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Algo más sobre el machismo cortés:
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