miércoles, 28 de enero de 2009

Cuándo se jodió San Marcos


“En San Marcos no se estudia nada, flaco, sólo se hacia política, era una cueva de apristas y de comunistas, todos los resentidos del Perú se juntaban ahí”

Estas son las palabras vituperantes del papá de Zavalita sobre San Marcos. El señor Don Fermín Zavala representa la visión de la oligarquía peruana y de los sectores conservadores. Ambos son los personajes antagónicos de la novela Conversación en la Catedral del escritor Mario Vargas Llosa, donde se narra una historia ambientada en el periodo de la dictadura militar del General Odría.

Mario Vargas Llosa describe la relación del joven Zavalita con San Marcos, quien busca afianzar una identidad través del discurso político, y, de esta manera, dar algún sentido a su vida. Entonces decide entrar a San Marcos por su fama de revolucionaria contra los sistemas opresivos que atetan contra la dignidad del pueblo: el nuevo mito de la modernidad educativa.

En la novela se narra la discusión entre Zavalita y su padre, porque el joven había desobedecido la orden de Don Fermín Zavala para postular a la Universidad Católica. Zavalita no quería entrar a la Católica porque, según él, lo considerarla un “colegio de curas”. Es ahí cuando el hermano menor de Zavalita, el Chispas, mete su cuchara apoyando al patriarca: “Si lo que quieres es volverte cholo, por que no te haces sirviente...anda sin zapatos, no te bañes, cría pulgas”.

En el transcurrir de la vida social universitaria de Zavalita aparecen sus amigos que tienen el mismo anhelo de justicia social manejando de esta manera los mismos códigos. Este es el caso de Jacobo, quien decía que la universidad era un reflejo del país: “hacía veinte años esos profesores a lo mejor eran progresistas y leían, después por no tener que trabajar en otras cosas y por el ambiente se habían mediocrizado y aburguesado”. También interviene, desde la perspectiva de género, Aída, otra compañera de clase (amor platónico de Zavalita) de convicciones arraigadamente socialistas. Ella señala en forma directa y radical que “si se quería curar el mal de raíz no hay que hablar de reforma universitaria sino de revolución”.

Entonces la novela estructura una dualidad maniquea:

Zabalita vs su familia
San Marcos vs Católica
los cholos vs los chicos bien
el pueblo vs la oligarquía.

Mencionada dicotomía ficcional en varias ocasiones, por intereses creados o por ignorancia, pasa al plano de la realidad. He ahí el problema. Ya estoy cansado de escuchar la clásica arenga “San Marcos es del Pueblo”, en mi situación de sanmarquino. Que no jodan los grupos de estudiantes eternos que viven del populismo barato y de las ficciones ajenas a la realidad. Un día publicaré una ironía titulada “Los Jóvenes Pitucos de San Marcos”, para explicar mejor la vida de Zavalita, hijo de una familia pituca pro-Odriísta a mediados del pasado siglo.

Por estos motivos que San Marcos no es del pueblo, sino de los peruanos.
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viernes, 23 de enero de 2009

Amor y odio en la antropología


"Hay que hacer que la gente se enamore de la antropología", fue una de las sugerencias de Carlos Iván Degregori en el Congreso de Estudiantes de Antropología del año 1997, que se realizó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos: la Decana de Conflictos.

El tiempo ha pasado y todavía continúa pendiente el reto. Entre estudiantes, docentes y egresados.

Los sordos de siempre, lamentablemente, hemos sido los mismos antropólogos. Existe mucho por reflexionar y trabajar.

jueves, 22 de enero de 2009

Salamanca perteneció a Sulco

El siguiente documento de trabajo es la sistematización de mi participación analítica en la mesa redonda titulada: “Cultura, identidad y poder en base al libro La Historia de Salamanca” que se llevó a cabo el jueves 26 de Julio del 2007, en éste mismo local. Compartí la mesa con el escritor, poeta y catedrático Luis Yañez y con el arquitecto John Vizcardo. La pregunta que se formuló en el evento (académico y político) fue ¿Salamanca sí, Ate no? Mi respuesta lo pueden ustedes leer en la presente publicación.

Mis Objetivos en primer lugar es cuestionar una de las certidumbres planteadas por el arquitecto John Peter Vizcardo Navarro (y la historiografía realizada sobre el mencionado distrito) en su monografía “La Historia urbana de Ate” que se encuentra compilado en el libro La Historia de Salamanca. El autor en cuestión hace la siguiente afirmación: “Como vemos claramente, Salamanca siempre perteneció a la jurisdicción de Ate”. Entonces para falsear la mencionada tesis planteo las siguientes interrogantes: ¿cómo se imaginó John Vizcardo que Salamanca siempre fue de Ate? ¿Qué tipo de metodología se utilizó para tal afirmación? y ¿cuál es la etnohistoria (prehispánica y urbana) oculta sobre Salamanca de Monterrico? Y segundo lugar criticar la sana intención del autor en cuando señala los motivos de la “absurda” denominación Monterrico de la urbanización Salamanca, según él, no tiene ningún sustento histórico.


Método de investigación

La etnohistoria en el Perú se ha consolidado como un espacio interdisciplinario, inicialmente entre la historia y la antropología, el cual ha abierto un nuevo espacio para el debate y la reflexión sobre la relectura del pasado nacional, regional y local. El padre de la etnohistoria es el antropólogo rumano John Murra, quien se refería a éste nuevo espacio de conocimiento de la siguiente manera: “hay que leer los documentos históricos con ojos de antropólogos”. Una definición similar es del mexicano Juan Manuel Pérez Zevallos quien señala a la etnohistoria como: “la lectura antropológica de la documentación histórica”. El historiador Manuel Burga menciona que la etnohistoria tiene una doble entrada metodológica: para los historiadores la ‘historia debe ser antropológica’ y para los antropólogos, como es mi caso, la ‘antropología debe ser histórica’.

Estructura del texto:

1. Salamanca dentro de la Historia Oficial de Ate
2. Etnohistoria prehispánica: Salamanca no perteneció siempre a Ate
3. El Cacicazgo de Sulco
4. Colonia y poder en los canales Late / Sulco
5. Etnohistoria ubana de Salamanca de Monterrico
6. Estudio de casos: Miraflores, La Molina y Salamanca de Monterrico

Opinión personal
Si por una parte existe el derecho a la igualdad, por otro lado existe el derecho a la diferencia. Éste derecho cultural urbano de Salamanca de Monterrico no puede ser omitido porque se estaría pecando de intolerancia vecinal. Al no respectar el derecho a la diferencia, tampoco se respeta el derecho a la identidad que se producen en los espacios urbanos. Los grupos culturales no sólo existen en el mundo andino y amazónico. Salamanca de Monterrico es la muestra de identidad y cultura urbana en el Perú.

Finalmente sí la Municipalidad de Ate-Vitarte no toma cartas en el asunto surgirá más conflictos y tensiones vecinales. Para evitar la cadena de exclusiones y omisiones políticas, algo común en la historia del Perú, es necesario del dialogo ciudadano, el compromiso vecinal y, sobre todo, la compresión etnohistórica de la Residencial Salamanca de Monterrico. La cual no perteneció siempre a la jurisdicción de Ate porque es parte de la historia prehispánica del Curacazgo de Sulco: una etnohistoria oculta y subalterna.

Dedico este trabajo a la memoria de mi tía Helena Rosales y Lucho león. Ambos familiares fallecidos e hijos de Salamanca que están unidos en la memoria de sus seres queridos. Este agradecimiento lo haré explícito en la segunda edición del texto.

Y dedicar presencialmente el trabajo a mi tía Nena, a quien debo mucho de mi curiosidad intelectual. Desde que era niño hasta la actualidad no me es extraño ver a mi tía leyendo un libro. Son ejemplos que duran toda una vida. De igual manera varios adultos que se encuentran en éste lugar pueden dar el ejemplo a sus hijos, nietos y sobrinos leyendo la etnohistoria de Salamanca de Monterrico. Para ello es necesario comprar el libro.

Gracias por su paciencia.

lunes, 19 de enero de 2009

Endecha

El mundo sagrado y profano se funcionan en el primer libro de cuentos de Max Tannert León (Lima, 1969), quien es poeta, escritor, conferencista y vegetariano. Endecha proviene de la traducción de uno de los poemas de Whitman (uno de los principales referentes de la poesía de los Estados Unidos) en que la vida se asemeja a una canción triste. Un melancólico camino de ausencia y decepciones. La filosofía del texto se puede comprender en su inicial dedicatoria que sentencia: “a todos aquellos que tienen el valor de enfrentarse a sí mismos”. En ese sentido, el conjunto de relatos cuestionan irónicamente, con bastante destreza intelectual, las certidumbres espirituales y materiales que obligan a la especia humana a ser feliz eternamente. El libro viene a ser como planeta existencial del famoso texto El Principito, con la diferencia que es más cuestionador y menos ingenuo. Su lectura no es apto para conformistas de alma.
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miércoles, 14 de enero de 2009