Resulta irónico como el significante “racismo” que sirvió a intelectuales y científicos sociales para entender y comprender porque el Perú se había jodido, sea ahora un tema de moda. Una moda pasajera que regresa a través de escándalos mediáticos y en redes sociales. Los protagonistas son los héroes de la farándula chola, incluyendo a sus amistades y familiares.
Ahora surgen los especialistas, figuretis y beatos del antirracismo. El antirracismo también se ha vuelto una moda. Tod@s se ponen la camiseta para criticar a los racistas, sin mirar la paja en su ojo. Pero surge una polémica mediática porque si no has pisado un Asentamiento Humano ni estudiado en una Universidad Pública no tienes autoridad para hablar sobre el tema.
Ahora los antirracistas mediáticos se han vuelto anti-pitucos. Frases como “a los pituquitos deberían borrarlos del mapa", “esta es una pataleta de pituca", “pituco piraña, entre otros, sólo muestra que no existe un debate, sino un conjunto dimes y diretes. No existe un debate para la construcción de una visión de país (utopía social) sino la reproducción de adjetivos descalificativos. Un racismo invertido.
Como toda moda, el racismo mediático será desplazado por un nuevo escándalo de la farándula. Sólo queda la idea que uno es antirracista hasta que se apaga la cámara o se cambie de canal.