domingo, 30 de agosto de 2015

Chapa tu cholo o chapa tu político


 
 
Por Raúl Rosales León.  Ciudadano (De)constructor

En el III Congreso Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales organizado por la FLASCO, tuve la suerte de presenciar la conferencia magistral de Chantal Mouffe titulada “El papel de los afectos en la perspectiva agonista”. Mouffe señaló que en la vida política los antagonismos no pueden desaparecer, surgiendo una frontera estructurada entre nosotros y ellos; si dicha frontera se traduce en una relación amigo-enemigo entonces uno de los fines es la eliminación de una de las partes en la contienda política. Las mismas coordenadas existen en la campaña “Chapa tu choro y déjalo paralítico” que abrió una polémica dicotómica y, a la vez, legitimó un escenario sin alternativas políticas reales. Si bien la propuesta de la campaña parece ser radical, irónicamente es lo contrario.

Los organizadores de la campaña “Chapa tu choro y déjalo paralítico” se manifiestan por Facebook de la siguiente manera: En vista a que nosotros nos encontramos desprotegidos de nuestras autoridades o no son suficientes para cubrir la delincuencia en la ciudad es que debemos estar unidos y organizarnos frente a los delincuentes y así poder hacer frente a estos delincuentes”.  La campaña alienta la organización a nivel de barrios para chapar a un choro (ladrón y/o delincuente), amarrarlo a un poste, golpearlo y dejándolo paralitico (inmóvil) haciendo real la justicia popular sin la participación de la policía (el Estado). 

Si bien la campaña se inició con la intencionalidad de llamar la atención en el tema de seguridad ciudadana (delincuencia en las calles) generando polémica, la agencia de los usuarios de las redes sociales ampliaron el mensaje de Chapa tu choro al campo de la vida política.  A través de una serie de memes publicados en Facebook se visualiza la frontera política entre nosotros (víctimas de los delincuentes) y actores políticos (choros) que conforman el actual escenario político como Alan García, Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala, Nadine Heredia, Keiko Fujimori, Castañeda Lossio y Susana Villarán.   

En el actual contexto de las elecciones, la eliminación de los actores políticos considerados como enemigos viene a ser la solución para acabar con la delincuencia en el Perú; en este escenario “Chapa tu choro” se transformó en “Chapa tu político” para su eliminación de la contienda política, lo cual sería un peligro para la democracia.

Lo común entre “Chapa tu choro” y “Chapa tu político” es el descredito de las instituciones democráticas, el rechazo del Estado y la crisis de los partidos políticos.  El problema de la campaña en cuestión no es la generación de violencia a través de la justicia por propia mano a los actores políticos enemigos, sino la legitimación de una sociedad pospolítica. Chantal Mouffe define lo pospolpitico como el sentido común político de consenso en el centro, es decir, no existe una diferencia entre centro izquierda y centro derecha; al no existir una distinción entre izquierda y derecha no se puede ofrecer una posibilidad real de elección de proyectos políticos distintos.   En ese sentido, la propuesta de chapa tu choro y político es no ofrecer una alternativa real en el campo de lo político, haciendo juego con el orden neoliberal del fin de la historia.

La irónica campaña tiene un contenido político porque hace una convocatoria a una marcha pacífica. Tiene como punto de encuentro la Plaza Bolívar y el lugar final es el Congreso de la República, muy parecida a las marchas de protestas contra el actual gobierno como la Ley Pulpin, y anteriores gobiernos. Llama la atención que al final de la convocatoria haga la siguiente afirmación:

“Saben porque los políticos no quieren que haya pena de muerte para los delincuentes violadores porque ellos mismos estarían cavando su propia tumbe así de simple.  Pero el pueblo es sabio somos 30 millones contra un pequeño grupito de políticos y delincuentes.  Exijamos al próximo presidente que aplique la pena de muerte”.

La utopía política de Chapa tu choro es la eliminación del antagonismo político por medio a la aplicación de la pena de muerte a un pequeño grupito de políticos y delincuentes. La apariencia de la campaña parece ser radical, pero irónicamente es conservadora; la idea de una sociedad sin antagonismo es propio, según Chantal Mouffe, del paradigma de la democracia deliberativa de Rawls a Habermas que proponen como la única forma de debatir la naturaleza de la democracia moderna.  En el marco de la campaña, si llegamos al consenso racional de los individuos de eliminar a los políticos y delincuentes, entonces que son una minoría a comparación de 30 millones del pueblo, entonces los problemas de seguridad ciudadana y sistema político serían solucionados.

Es necesario una campaña que no evada lo político como lo hace Chapa tu choro-político; desde la perspectiva de Mouffe la idea es desplazar la relación amigo-enemigo por el adversario (agonismo) para el retorno de lo político a través de la constitución de un «nosotros» en un contexto de diversidad y de conflicto.  El oponente político no es tu enemigo, sino un adversario que tiene la legitimidad de discrepar con su propuesta ideológica y política como parte de una comunidad política. De esta manera el enfrentamiento agonal (entre adversarios), representa caracterizaría a la democracia pluralista.    

Finalmente, este tipo de campaña moviliza las pasiones hacia la pospolítica sin propuestas y alternativas reales de cambio a la ciudadanía.  El reto consiste en el retorno a la política a través del papel de los afectos en la perspectiva agonista (Chantal Mouffe) para la movilización de las pasiones y la identificación colectiva ciudadana; para ello es necesario el retorno de la institucionalidad de los partidos políticos devolviendo la confianza de la representación; de esta forma se construirían las bases de la construcción de una República de Ciudadanos/as.  

sábado, 8 de agosto de 2015

Partido WhatsApp




Por: Raúl Rosales León. Ciudadano (de)constructor

La Feria Internacional del Libro de Lima siempre tiene algunas novedades y sorpresas para la ciudadanía de a pie. Fui testigo de anti-bestseller, es decir, un libro que no estaba en venta en ningún stand de la feria, no se le puede encontrar en librerías y, menos aún, conseguir pirateado en la Avenida Javier Prado. Se trataba de un libro sin objeto, algo muy parecido a los partidos políticos en el Perú.

“Estoy durmiendo siempre” es el título del libro de Luis Carlos Burneo, quien es más conocido como el creador del videoblog La Habitación de Henry Spencer.  Un blog acto para no cardiacos.  El libro de Luis Carlos es electrónico y tiene la facilidad de bajar el texto a través de su blog sin costo alguno.  Un cambio de paradigma: del libro objeto al libro sin objeto.  Veamos que sucede en el campo político. 

El politólogo Martín Tanaka afirma una serie ausencia de objetos de la vida política peruana: la democracia sin partidos, los partidos sin políticos y los políticos sin partido.  A continuación se desarrolla las ideas de cada una de los conceptos.

a) La democracia sin partidos constituidos por partidos políticos que no son representativos de la población, no tienen cuadros y vida partidaria para recoja las demandas de la ciudadanía para la construyan programas.  Y si un partido político gana una elección no es la gente del partido que gobierna.

b) Los partidos sin políticos no tienen militantes, cuadros y personal para presentar candidatos a elecciones y manejar la administración técnica del Estado (unitario y descentralizado). Si un partido gana las elecciones, gobiernan los independientes, elites técnicas. El selfie de 28 de Julio es una muestra de ello, en donde en pleno discurso presidencial, algunos/as ministros/as estaban en otra fiesta patria, mostrando la ausencia de políticos en el partido político Nacionalista.  

c) Los políticos sin partido constituidos, constituidos por personas que hace política sin pasar por los partidos políticos; una persona que hace política a nivel municipal, regional, postula al congreso, pertenece a un gobierno, o vuelven a lo social, se encuentra en movimiento constante. Son conocidos por su trayectoria personal y, por consiguiente, hacen política personalista, calculando si les conviene hacer política o ser independiente o fundar un nuevo partido como vehículo personal.  

En base a lo señalado por Martín Tanaka se puede concluir que estamos en el fenómeno partido WhatsApp. Es necesario señalar que el WhatsApp es una aplicación de chat para celulares que hace posible el intercambio de mensajes de texto.  La palabra proviene de la frase en inglés 'What's up? cuyo significado es ¿Qué onda? ¿Qué tal? ¿Cómo va? Una característica de este tipo de comunicación es la ausencia de un objeto y sujeto.  El reino de los no lugares (Marc Auge) para establecer comunicación virtual. 


En el partido WhatsApp ya no es necesario la práctica militante sino la creencia que se es militante, simpatizante o afiliado; tampoco no se requiere de institucionalidad partidaria para la vida orgánica para construir representación política.  Esto es parecido a los católicos no practicantes, es decir, crees pero no lo pones en práctica y menos aún lo institucionalizas. En ese sentido el partido WhatsApp se caracteriza por la ausencia de objeto-institucionalidad y sujetos-militantes. 


Para concluir un partido WhassApp es muy parecido al libro electrónico “Estoy durmiendo siempre” de Luis Carlos Burneo.  En la presentación del libro (electrónico) el auditorio más grande de la Feria del Libro César Vallejo estaba lleno, irónicamente la gente presenció la ausencia un objeto (el libro) que fue desplazada por el libro electrónico.  De igual manera, los partidos políticos en el Perú fueron reemplazados por los partidos WhassApps, así no exista institucionalidad y militancia, la gente vota por ellos sin costo alguno.