lunes, 7 de septiembre de 2015

San Isidro: patria o muerte, venceremos!!



Por Raúl Rosales León. Ciudadano (De)constructor
 
Este fin de semana celebré con algunas amistades el cumpleaños de una colega etnográfica, pero a diferencia de otros años, el ritual de paso tuvo algunos ingredientes para el análisis social. Ella junto con su esposo e hijos vive en el distrito de Magdalena cerca del cruce de las avenidas Salaverry y Ejército.  Irónicamente sin necesidad de mudarse, ahora vive en el distrito de San Isidro, considerado como el distrito más moderno y sostenible de la capital limeña. El cambio de distrito fue causado por un fallo del Instituto Metropolitano de Planificación (IMP) en medio de una disputa territorial entre los distritos de Magdalena y San Isidro. Si bien la disputa fue política, técnica y legal, también se recurrió al capital simbólico en donde retorna el síntoma de la discriminación social.

Tomaremos el concepto de representación de Stuart Hall que es la “construcción de sentido por medio del lenguaje” para analizar un boletín en formato de comic elaborado por la Municipalidad de San Isidro, autodenominado como la Ciudad Sostenible. Para ello lanzo las siguientes preguntas: ¿Cuál es la representación de los/as vecinos/as de San Isidro? ¿Cuáles son las fronteras de identidad? ¿Cómo se legitima la discriminación social?

El comic construye la escena de solución del conflicto distrital en un restaurant lujoso en donde los/as vecinos/as de San Isidro están sentados y servidos por un mozo.  En primer lugar, la representación estructura una división social del trabajo, los que nacen para servir y los que nacen para ser servidos. Las personas “decentes” de buen vivir, de piel blanca y pelos rubios y castaños viven en San Isidro son los destinados a ser servidos, en cambio los mestizos, piel cobriza y pelo negro están destinado para servir.   

 


En el restaurante trascurre un diálogo, una vecina que dice “pero al parecer los de magdalena no aceptan el fallo”. El mensaje del comic se basa en la legitimidad del fallo emitido por el IMP a favor de San Isidro, argumentando una posición técnica y, a la vez, muestra el descontento de los vecinos de Magdalena.  En todo el comic varios vecinos y vecinas de San Isidro hacen mención al fallo, siendo representados como gente racional que respetan el debido proceso y las instituciones. 

En cambio, los de magdalena son representados como la otredad vecinal, irracionales con las instituciones, contradictorios porque fueron ellos a través del Alcalde Allison que soltaron el fallo del IMP, pero al ser desfavorable no aceptaron el fallo.

El elemento que muestra la construcción de una frontera identitaria es el mensaje del Alcalde Manuel Velarde en otro boletín informativo municipal refiriéndose al caso en cuestión.  Él manifiesta: “Hace 84 años se creó nuestro distrito con terrenos desprendidos de la jurisdicción de Miraflores, no de Magdalena.  Este movimiento de lo territorial hacia lo identitario justifica  la dicotomía entre ambos distritos.

 


La forma de diferenciación simbólica no es algo singular en estos distritos, también está el caso de la Urbanización Salamanca de Monterrico en su intento de separación con el distrito de Ate Vitarte.  El significante “Monterrico” confirma la identidad de los salamanquinos como una especie de marca simbólica y, a la vez, una estrategia de movilidad social para diferenciarse con sus vecinos/as iguales de Ate Vitarte.

“Patria o muerte, venceremos” representó un lema de lucha y batalla por el logro de ideales universales de justicia y solidaridad, ahora se puede usar a nivel de problemas locales y vecinales para discriminar a la vecindad de la Otredad.